El Papa Francisco, de 88 años, continúa su recuperación en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una infección polimicrobiana del tracto respiratorio, lo que ha obligado a modificar su tratamiento y extender su hospitalización. El Vaticano ha informado que el cuadro clínico del pontífice es "complejo", aunque estable, y que sigue sin fiebre mientras recibe la terapia prescrita.
Esta situación ha llevado a la cancelación de su participación en la audiencia jubilar de este sábado y a su sustitución en la misa del Jubileo de los Diáconos del domingo por el cardenal Rino Fisichella, responsable del Dicasterio para la Evangelización.
El estado de salud del Papa Francisco: Un cuadro clínico delicado
El Papa ha sido sometido a diversos exámenes médicos que revelaron la presencia de una infección polimicrobiana, lo que ha requerido un ajuste en su tratamiento. Su hospitalización se ha prolongado más de lo esperado, lo que ha generado preocupación entre los fieles y dentro del Vaticano.
En los últimos años, Francisco ha enfrentado múltiples problemas de salud, incluyendo una bronquitis, operaciones en el colon y una intervención por una hernia. Además, el pontífice utiliza una silla de ruedas debido a dolores crónicos en la rodilla, lo que ha limitado su movilidad pero no ha disminuido su actividad en la Iglesia.
Impacto en la agenda papal y la incertidumbre sobre su futuro
A pesar de su delicado estado de salud, el Papa Francisco sigue participando en la vida eclesiástica. Durante su hospitalización, se mantuvo en contacto con la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza y continuó con sus lecturas y reflexiones. El domingo pasado, aunque no pudo presidir el Ángelus, envió un mensaje escrito desde el hospital, reiterando su compromiso con la Iglesia y su labor pastoral.
La posibilidad de una renuncia ha sido un tema recurrente en los últimos años. Su predecesor, Benedicto XVI, sorprendió al mundo en 2013 al convertirse en el primer Papa en más de 600 años en dimitir por razones de salud. Sin embargo, Francisco ha reiterado en múltiples ocasiones que no contempla esa opción a menos que su estado físico le impida completamente ejercer sus funciones. En su autobiografía reciente, declaró: "La realidad es, sencillamente, que soy viejo, pero sigo adelante".
El apoyo de los fieles y la preocupación global
Mientras el Papa continúa con su recuperación, miles de fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro han expresado su apoyo y oraciones por su pronta mejoría. Birgit Jungreuthmayer, una turista austriaca de 48 años, comentó: "Espero que mejore pronto. Confío en que los médicos le brinden el mejor tratamiento posible".
La salud del Papa Francisco es una preocupación mundial, dado su rol como líder de más de 1.300 millones de católicos. A pesar de sus problemas físicos, ha mantenido una agenda exigente con viajes internacionales y actividades diplomáticas clave. En septiembre de 2024, realizó una gira por cuatro países de Asia-Pacífico, la más extensa de su pontificado en términos de duración y distancia.
El estado de salud del Papa Francisco sigue siendo un tema de relevancia dentro y fuera del Vaticano. Aunque su cuadro clínico es delicado, su fortaleza y compromiso con la Iglesia siguen intactos. La incertidumbre sobre su futuro, sumada a la memoria de la renuncia de Benedicto XVI, plantea preguntas sobre la continuidad de su liderazgo en los próximos años.
Por ahora, la prioridad es su recuperación, mientras millones de fieles siguen de cerca su evolución y rezan por su bienestar.
