Tras 38 días de hospitalización en el policlínico Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral, el papa Francisco ha sido dado de alta este domingo, según informó el doctor Sergio Alfieri, jefe del equipo médico que lo atendió. A sus 88 años, el sumo pontífice continuará con su proceso de recuperación en la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, donde se espera que su convalecencia se extienda por al menos dos meses.
La Santa Sede comunicó que, antes de abandonar el hospital, Francisco impartirá su bendición desde una de las ventanas del Gemelli tras la oración del Ángelus, cuyo mensaje será difundido de manera escrita. Esta será su primera aparición pública desde su internación.
Un proceso de rehabilitación para recuperar la voz
Uno de los mayores desafíos que enfrenta el papa Francisco en su recuperación es la rehabilitación de su voz. Tras recibir oxígeno suplementario durante más de 30 días, los músculos de su laringe y faringe se vieron afectados, dificultando su capacidad para hablar con normalidad.
El Vaticano ha informado que el pontífice continúa con fisioterapia respiratoria y física para mejorar su condición general. Además, fuentes oficiales confirmaron que Francisco ha reducido su dependencia del oxígeno suplementario de alto flujo, y que ya no necesita usar la máscara de ventilación por las noches, lo que representa un avance significativo en su estado de salud.
Un mensaje de gratitud y cercanía con los fieles
A lo largo de su internación, el Papa ha mantenido comunicación con sus seguidores. El pasado 6 de marzo envió un mensaje de audio durante una oración en la Plaza de San Pedro, en el que su voz sonaba notoriamente cansada.
El sábado, en un mensaje dirigido a los fieles de la archidiócesis de Nápoles con motivo de una peregrinación, Francisco expresó su gratitud por las oraciones y muestras de apoyo recibidas. "En estos días he sentido muy de cerca su acompañamiento, especialmente a través de la oración", manifestó el pontífice.
Un regreso al Vaticano bajo estrictos cuidados médicos
El Papa ingresó en el hospital el 14 de febrero tras presentar complicaciones respiratorias. Posteriormente, se confirmó que padecía neumonía en ambos pulmones, lo que requirió un tratamiento intensivo y una hospitalización prolongada.
Ahora, de vuelta en el Vaticano, Francisco continuará con su proceso de recuperación bajo la supervisión de su equipo médico. A pesar de los avances, el pontífice deberá seguir un régimen de reposo estricto, lo que podría limitar su agenda pública en las próximas semanas.
La salud del Papa y su impacto en la Iglesia
La salud del papa Francisco es un tema de interés mundial. Como líder de la Iglesia Católica, su bienestar impacta no solo en la comunidad religiosa, sino también en la política y en la sociedad en general. Su proceso de recuperación será clave para determinar su participación en futuros eventos y compromisos papales.
A medida que el Papa avanza en su rehabilitación, se espera que sus apariciones públicas sean graduales y que su equipo médico evalúe constantemente su evolución. La comunidad católica sigue atenta a su estado de salud y espera su pronta recuperación para que pueda retomar su labor pastoral con normalidad.
Con su fortaleza y determinación, el papa Francisco continúa enfrentando los desafíos de su salud con esperanza y fe, transmitiendo un mensaje de resiliencia a sus seguidores en todo el mundo.