Histórico: vuelve una misa "prohibida" y festeja el enemigo número uno de Francisco
Tras la limitación impuesta por el Papa argentino, León XIV autorizó la celebración de la misa tridentina en la basílica de San Pedro. El cardenal Raymond Leo Burke, crítico abierto de Bergoglio, será el encargado de oficiar la ceremonia.

Uno de los primeros actos emblemáticos del pontificado del Papa León XIV ha sido la autorización de la misa tradicional en la basílica de San Pedro, una ceremonia que había estado restringida durante los últimos tres años y que solo podía realizarse con un permiso especial del Vaticano. La misa tendrá lugar el 25 de octubre en el Altar de la Cátedra, en el marco de la peregrinación titulada Ad Petri Sedem, organizada por la asociación Popolo Summorum Pontificum.

El rito tradicional, también conocido como misa tridentina o Forma Extraordinaria del Rito Romano, fue codificado por el Papa Pío V en 1570 tras el Concilio de Trento y se mantuvo como la liturgia predominante hasta la reforma de 1969, posterior al Concilio Vaticano II. Celebrada en latín y con el sacerdote de espaldas a los fieles (ad orientem), representa para muchos una conexión directa con la historia centenaria de la Iglesia.

La misa será oficiada por el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke, de 80 años, conocido por su abierta oposición a las decisiones del Papa Francisco. Su participación subraya la importancia del evento para los grupos tradicionalistas, que ven en la autorización una victoria significativa tras años de restricciones.

Cardenal Raymond Leo Burke

La Santa Sede ha manejado la decisión con discreción, dado que representa un cambio de rumbo respecto a las políticas de Francisco, quien con el motu proprio Traditionis Custodes y disposiciones sucesivas buscaba limitar la celebración del rito tradicional. Para los miembros de Popolo Summorum Pontificum y de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, la autorización marca un paso hacia la posibilidad de celebrar libremente la misa tradicional.

La peregrinación comenzará el 24 de octubre con las Vísperas Pontificias en la basílica de San Lorenzo in Lucina, presididas por el cardenal Matteo Maria Zuppi, cercano al Papa Francisco. Al día siguiente, una procesión partirá desde la basílica de los Santos Celso y Giuliano hacia San Pedro, donde se celebrará la Eucaristía.

El retorno de la misa tradicional al Altar de la Cátedra también coincide con el Jubileo del Año Santo 2025, aumentando la relevancia simbólica del evento para los tradicionalistas y para Burke, considerado uno de los principales críticos del Papa Francisco. Según el portal especializado Rorate Caeli, esta autorización constituye un "signo importante de mayor apertura" hacia la liturgia antigua.

En agosto, el Papa León XIV recibió en audiencia privada al cardenal Burke, a quien en julio había felicitado por los 50 años de su ordenación sacerdotal. Durante ese encuentro, Burke habría sido informado de la decisión de autorizar la misa tradicional en San Pedro, lo que marca un hito dentro de las tensiones internas entre progresistas y conservadores dentro de la Iglesia.