El recién elegido papa León XIV, anteriormente conocido como Robert Prevost, pasó casi una década en Perú, donde desempeñó su vocación pastoral en el Convento Santo Tomás de Villanueva, en Trujillo. Tras su nombramiento como sucesor de Francisco, comenzaron a circular imágenes de la sencilla habitación que ocupaba en ese lugar, reflejando su estilo de vida austero y cercano a los valores de la Orden de San Agustín.
El padre Ramiro Castillo, en diálogo con el medio peruano RPP, recordó que Prevost vivió en ese convento durante la década de 1990. "Es un lugar muy humilde, aquí descansó durante 10 años. Podemos decir que aquí comenzó el papado de León XIV", señaló.
Las imágenes muestran un cuarto modesto, equipado únicamente con una cama, un ropero y una mesa de noche. Castillo también contó que Prevost pidió construir una pileta en el patio del convento para poder escuchar el sonido del agua desde su habitación, buscando tranquilidad y una conexión con la naturaleza.
Además, el sacerdote destacó que esta etapa en Trujillo fue fundamental para la formación espiritual del nuevo pontífice. "Creo que haber estado acá le sirvió para afianzarse en la fe y sentir que realmente estaba llamado a servir en la Iglesia. Esta ciudad tiene una gran tradición cristiana y mucha fe, lo que seguramente influyó en su camino", agregó.