Tras la muerte del papa Francisco, uno de los nombres que más resuena en el Vaticano como posible sucesor es el del cardenal filipino Luis Antonio Tagle. Carismático, pastoral y con un fuerte compromiso social, muchos lo consideran el "Francisco asiático". Con 66 años, su perfil lo ubica entre los favoritos para guiar a la Iglesia Católica en una nueva etapa.
Tagle es conocido por su estilo sencillo y cercano. Vivía sin lujos, no tenía coche y frecuentemente compartía la mesa con personas en situación de calle. Esta cercanía, sumada a su capacidad de comunicación, lo volvió especialmente popular entre los jóvenes, quienes lo llaman cariñosamente "Chito".
Su carrera eclesiástica se consolidó en 2012, cuando el papa Benedicto XVI lo creó cardenal, asignándole el título de San Felice da Cantalice a Centocelle. Luego, en 2019, Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (hoy Dicasterio para la Evangelización), un cargo clave históricamente apodado "el Papa rojo" por su enorme influencia dentro de la curia romana.
Entre 2015 y 2022 también presidió Caritas Internationalis. Sin embargo, su gestión fue criticada tras una auditoría que reveló fallas administrativas y de liderazgo, una mancha que podría pesar en el cónclave que decidirá al nuevo pontífice.
Su estilo sencillo y cercano —vivía sin lujos, no tenía auto y compartía comidas con los pobres— lo hizo muy popular, especialmente entre los jóvenes, quienes lo llamaban "Chito". En 2012, a los 55 años, Benedicto XVI lo creó cardenal, uno de los más jóvenes del Colegio Cardenalicio, otorgándole el título de San Felice da Cantalice a Centocelle.
En 2019, Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (hoy Dicasterio para la Evangelización), un puesto históricamente conocido como "Papa rojo" por su influencia.
Tagle también presidió Caritas Internationalis entre 2015 y 2022.
Una figura con visión progresiva
Tagle representa una Iglesia abierta, compasiva y en diálogo con el mundo moderno. Ha pedido un lenguaje más inclusivo hacia personas LGBT y defendido la posibilidad de que divorciados vueltos a casar puedan recibir la comunión, en ciertos casos.
Por su carisma —comparable al de Juan Pablo II— y su formación teológica —a la altura de Benedicto XVI—, muchos lo ven como un puente ideal entre tradición y modernidad. Además, su posible elección como Papa marcaría un hecho histórico: sería el primero de origen asiático, en un gesto que reflejaría la globalización de la Iglesia.
Las posibilidades en el cónclave
Con 138 cardenales electores habilitados para votar, Luis Antonio Tagle figura entre los favoritos según diversas casas de apuestas, con cuotas de 3:1. Su cercanía con Francisco, su experiencia internacional y su perfil dialogante lo colocan como un fuerte contendiente.
Aun así, los cuestionamientos a su capacidad de gestión podrían pesar, especialmente en un contexto donde el nuevo Papa deberá afrontar la crisis financiera que atraviesa el Vaticano.
De ser elegido, su pontificado podría marcar una nueva etapa de apertura e inclusión en la Iglesia, llevando el centro del catolicismo a Asia por primera vez en la historia.