A solo días de las elecciones regionales y parlamentarias en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro anunció la detención de tres ciudadanos extranjeros —un argentino, un español y un búlgaro— acusados de integrar un presunto plan de conspiración para sabotear los comicios del próximo domingo 25 de mayo.
El anuncio fue realizado por Diosdado Cabello, vicepresidente del oficialismo y ministro del Interior, durante su programa semanal televisado. Cabello, considerado el "número dos" del chavismo, afirmó que los detenidos habrían intentado atentar contra el proceso electoral a través de actos violentos y el uso de explosivos.
Las detenciones se suman a las de otros 17 extranjeros arrestados en los últimos días. Según el régimen, en total hay 38 personas involucradas en el supuesto complot, a quienes calificaron como "mercenarios" vinculados a una ofensiva violenta contra el sistema electoral venezolano.
Sospechas sin pruebas
Durante su discurso, Cabello aseguró que uno de los detenidos —el ciudadano español— estaría vinculado a mafias del narcotráfico, aunque no brindó datos concretos ni identificó públicamente a los acusados. En tono desafiante, advirtió: "Si vienen para acá a conspirar, los vamos a agarrar, sépanlo".
La versión oficial sostiene que el plan frustrado incluía ataques contra embajadas, hospitales, estaciones de servicio, comandos policiales e infraestructuras del sistema eléctrico nacional. Incluso se mencionaron atentados contra figuras políticas opositoras.
Cabello también anunció la suspensión de todos los vuelos provenientes de Colombia, bajo la acusación de que ese país estaría facilitando el ingreso de supuestos mercenarios con nacionalidades colombiana, mexicana y ucraniana.
En su mensaje, el funcionario chavista responsabilizó directamente a la dirigente opositora María Corina Machado de ser la ideóloga del supuesto complot, aunque no presentó ninguna prueba que vincule a la líder con estos hechos.
Elecciones bajo tensión
Las declaraciones del oficialismo ocurren en medio de un clima político tenso y creciente desconfianza en el proceso electoral. El próximo domingo 25 de mayo se celebrarán elecciones regionales y parlamentarias que la oposición mayoritaria ya ha calificado como "una trampa".
Machado, una de las principales voces disidentes, convocó a la ciudadanía a no participar de los comicios y a "vaciar las calles" como forma de protesta. "El poder reside en el pueblo, no en un fraude", afirmó, aludiendo a las elecciones presidenciales de julio de 2024, en las que Maduro fue proclamado ganador en medio de denuncias de irregularidades.
Por su parte, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que agrupa a la mayoría de los partidos opositores, también expresó su rechazo a la convocatoria del 25 de mayo. Calificó a los comicios como "precipitados, injustos y viciados", y criticó al Consejo Nacional Electoral (CNE), bajo control del oficialismo, por haber validado la cuestionada reelección de Maduro el año pasado.
Mientras el gobierno refuerza el discurso de seguridad y denuncia amenazas internas y externas, la oposición advierte sobre una nueva ola de persecuciones y la falta de condiciones mínimas para garantizar elecciones libres y transparentes.