María Corina Machado, líder opositora venezolana y figura central de la resistencia democrática contra el régimen de Nicolás Maduro, confirmó que viajará a Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz 2025. La noticia fue comunicada por el director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, quien detalló que mantuvo contacto con Machado durante la noche del sábado y que ella ratificó su presencia en la ceremonia del 10 de diciembre en Oslo. La decisión representa un desafío directo al gobierno venezolano, que mantiene una creciente ofensiva represiva contra dirigentes opositores y ciudadanos.
La líder venezolana, que permanece en la clandestinidad desde hace meses, había mantenido en suspenso su participación por temor a ser detenida al intentar salir del país o al regresar. "Dada la situación de seguridad, no podemos dar más detalles sobre la fecha y la forma en que vendrá", afirmó Harpviken a la AFP. El hermetismo responde al riesgo real que enfrenta Machado: el propio ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, aseguró recientemente que la dirigente sería arrestada si intentaba abandonar Venezuela, acusándola de ser una "fugitiva".
Mientras crecía la incertidumbre, el apoyo internacional se hizo visible este sábado con marchas simultáneas en unas 40 ciudades del mundo. La "marcha global" convocada por la oposición venezolana buscó celebrar el reconocimiento otorgado a Machado y visibilizar la crítica situación humanitaria y política que atraviesa el país. En Venezuela no hubo movilizaciones debido a la "escalada represiva" que, según Vente Venezuela —el partido fundado por Machado—, imposibilita garantizar la seguridad de los manifestantes.
Argentina fue uno de los países con mayor participación en la jornada de apoyo: Buenos Aires, Rosario, Mendoza, La Plata, Córdoba, Río Gallegos y Puerto Madryn fueron escenario de concentraciones de la diáspora venezolana, que reclamó el fin de la persecución política y celebró el reconocimiento internacional a la líder opositora. España también tuvo un papel central con marchas en una veintena de ciudades, desde Madrid hasta Valencia, así como múltiples convocatorias en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, Chile, Perú, México y países europeos como Alemania, Francia, Italia, Dinamarca y Suiza.
Desde el movimiento "El Nobel es nuestro", la oposición venezolana insiste en que el premio no es solo un homenaje a Machado, sino a todo un país que lleva más de una década denunciando violaciones de derechos humanos y buscando recuperar sus instituciones democráticas. "Este premio Nobel también es de una diáspora valiente que sigue alzando la voz en todo el mundo", expresaron desde Vente Venezuela, recordando que cerca de ocho millones de venezolanos viven fuera del país debido a la crisis.
La entrega del Nobel se realizará el 10 de diciembre en el Ayuntamiento de Oslo, ante unos mil invitados, entre ellos la familia real noruega, autoridades gubernamentales, diplomáticos y organizaciones de derechos humanos. Según Sonia Zapata, representante de The Norwegian Venezuela Justice Alliance, además de la ceremonia oficial habrá una marcha de antorchas en la capital noruega para acompañar la premiación y reforzar la visibilización de la crisis venezolana.
Machado, de 58 años, ha sido uno de los rostros más emblemáticos de la oposición democrática. Tras las elecciones del 28 de julio del año pasado —en las que organismos internacionales como el Centro Carter y las Naciones Unidas avalaron el triunfo opositor de Edmundo González Urrutia—, el régimen endureció la persecución contra sus críticos. La dirigente, vetada para competir electoralmente, perseguida y amenazada, se ha convertido en símbolo de resistencia civil.
En declaraciones previas, Machado definió el Nobel como "el mayor honor de su vida" y aseguró que intentará por todos los medios estar presente en Oslo. Su confirmación, finalmente, llegó en un clima de tensión regional, agravado por la presencia de una flota aeronaval estadounidense frente a las costas venezolanas, y con la incertidumbre sobre su regreso intacto a Caracas.
