El cardenal Piero Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano y uno de los principales candidatos a suceder a Jorge Bergoglio, encabezó este domingo una multitudinaria misa en la plaza San Pedro. Ante al menos 250 mil fieles, en su mayoría jóvenes, pidió "acoger el legado" del Papa Francisco y transformar el dolor en un compromiso de vida.
La celebración se realizó en el marco del Jubileo de los Adolescentes, pero ante la muerte del pontífice, se convirtió en la segunda misa de luto dentro de las tradicionales "Novendiales", que se extenderán hasta la próxima semana. La masiva afluencia obligó a las autoridades a cerrar los accesos a la plaza una hora antes del inicio, dejando fuera a unas 50 mil personas.
Concluido el período de duelo, comenzará el Cónclave para elegir al sucesor de Francisco. La fecha probable es el lunes 5 o martes 6 de mayo, cuando los 133 cardenales electores (menores de 80 años) estén presentes en Roma.
Durante la mañana, numerosos cardenales asistieron a la misa y por la tarde rindieron homenaje al Papa en la basílica de Santa María Mayor. Paralelamente, continúan las reuniones preparatorias, en las que se analizan tanto los desafíos de la Iglesia como los nombres de posibles sucesores.
Parolin y un mensaje cargado de emoción
En su homilía, Parolin destacó la figura de Francisco y exhortó a los presentes a "acoger su mensaje y hacerlo vida". "Nuestro afecto por él, que se manifiesta en estas horas, no debe ser solo emoción del momento. Debemos abrirnos a la misericordia de Dios y ser misericordiosos unos con otros", expresó ante una plaza colmada y visiblemente emocionada.
Recordó que "el Pastor que el Señor donó a su pueblo ha terminado su vida terrena", dejando "dolor y tristeza", pero también "una luz de esperanza" inspirada en la fe en la resurrección.
Piero Parolin, quien en 2013 fue convocado por Francisco para ocupar el estratégico puesto de Secretario de Estado, es considerado uno de los principales contendientes en el próximo Cónclave, por su perfil diplomático y su cercanía al Papa fallecido.
El dolor y la esperanza de los jóvenes
La presencia masiva de jóvenes marcó el tono de la ceremonia. Algunos de ellos, acreditados en el evento, manifestaron su tristeza por no poder celebrar el Jubileo junto a Francisco, pero también resaltaron su alegría por compartir un momento de fe en su memoria.
"Queríamos celebrar con él y debemos hacerlo sin su presencia. Cuánto nos falta", lamentó uno de los participantes. En tanto, Roberto, un joven ecuatoriano de 17 años, interpretó la muerte del Papa en Pascua como "una señal de esperanza".
Dirigiéndose especialmente a los jóvenes, Parolin subrayó los desafíos que enfrenta su generación, como la tecnología y la inteligencia artificial. "Francisco nos enseñó que no puede haber paz si no reconocemos los valores del otro, si no atendemos al más débil y si no aprendemos a perdonarnos", señaló, despertando prolongados aplausos.