Un avión canadiense P8 Poseidon, que recorría el área alrededor de los restos del Titanic durante la búsqueda de submarino desaparecido que transportaba a cinco pasajeros, captó un sonido de "golpe". Este es uno de los indicios de que la tripulación del Titan podría estar viva. Los ruidos se repetían cada 30 minutos. Pero la Guardia Costera norteamericana, que amplió el área de búsqueda, confirmó que el resultado de la ubicación del ruido es negativo.
La noticia, confirmada por múltiples fuentes, generó un minúsculo atisbo de esperanza de que los cinco tripulantes todavía estén vivos. Pero se vio atenuado por la aparente incapacidad de localizar o alcanzar el sumergible y el conocimiento de que se está acabando el tiempo para un rescate.
Según los correos electrónicos internos del Departamento de Seguridad Nacional, obtenidos por la revista Rolling Stone, y los informes de varias ramas del esfuerzo de búsqueda anoche, un avión canadiense P-8 Poseidon recogió señales durante la búsqueda por aire y mar, que ahora ha cubierto alrededor 10.000 millas cuadradas.
“El P-8 escuchaba golpes en el área cada 30 minutos. Cuatro horas más tarde se desplegó un sonar adicional y todavía se escuchaban golpes”, decían los correos electrónicos. La fecha y la hora de la detección no estaban claras. Aunque un segundo equipo también informó haber captado "sonidos de golpeteo" a las 2 de la mañana, hora local del martes.
La Guardia Costera de EE. UU. pareció instar a la precaución sobre los hallazgos del zona. Afirmó que después de que se registraron, los equipos de búsqueda enviaron vehículos robóticos para rastrear una nueva área, en un intento de identificar el origen de los ruidos.
“Esos ROV [vehículos operados a distancia] han arrojado resultados negativos pero continúan”, dijo el servicio en un comunicado. Agregó que los datos recopilados se estaban compartiendo con la Marina de los EE. UU. para su posterior análisis.
¿Cómo es el ruido y cómo fue detectado?
En la búsqueda de Titán, el avión canadiense detectó "sonidos de golpes" en el área , después de desplegar sonoboyas. Pero, ¿qué son los dispositivos y cómo se utilizan?
Utilizadas en todo, desde la investigación hasta las misiones de rescate e incluso en la guerra, las sonoboyas son una herramienta importante para las búsquedas submarinas. Los dispositivos se dejan caer desde un avión al agua, donde descienden a la profundidad requerida.
También se deja caer un flotador de superficie, con un transmisor de radio, para mantener la comunicación entre el sonar y la aeronave que se encuentra arriba. Los sonares emiten energía de sonido, comúnmente conocida como "ping". Luego esperan el eco que regresa de un objeto submarino.
Una vez que el equipo capta el eco, transmite la información a la boya de superficie y luego, a la aeronave. Las sonoboyas también se pueden usar para simplemente escuchar sonidos en el agua, como el sonido de los submarinos enemigos.
Las boyas se desarrollaron inicialmente en la Segunda Guerra Mundial para detectar submarinos alemanes y siguen siendo una herramienta importante en la guerra submarina. Pero los dispositivos ahora se implementan para una variedad de propósitos, incluso en operaciones de búsqueda y rescate, donde pueden mapear la ubicación del lugar de un accidente aéreo, un barco hundido o sobrevivientes en el mar.
Cinco barcos se encuentran buscando al sumergible. El Polar Price, su barco madre y al que estaba conectado, Deep Energy, Atlantic Merlin, Skandi Vinland y CGS John Cabot. El barco francés L´Atalante y su robot de alta profundidad van a llegar al área a las 8 de la noche hora francesa.
Pero otros barcos se encuentran en camino a la zona. Son ellos el canadiense CGS Ann Harvey y el Terry Fox, el Horizon Artic y el barco canadiense Ship Glace Bat, con una cámara móvil de descompresión y personal médico.
Las horas que le quedan de oxígeno
Hamish Harding, uno de los exploradores en el interior del sumergible, es parte del The Explorer Club. Fueron ellos los que emitieron un comunicado.
“Tenemos mucha más confianza en que hay motivos para la esperanza según los datos del campo. Entendemos que se han detectado signos probables de vida en el sitio”, reveló Richard Garriott, presidente de The Explorers Club, del que forma parte uno de los desaparecidos.
El problema es la cantidad de horas de el oxígeno que queda en el interior de esta nave, que no estaba homologada y era un prototipo, para continuar con vida. Incluso si el vehículo se engancha en los restos del naufragio o se atasca en el fondo del mar, queda menos de un día de suministro de aire para sostener a su tripulación.
¿Atrapados entre los restos del Titanic?
“Uno de los mejores escenarios que podría haberle sucedido al Titán sería si se hubiera enredado en los restos del Titanic”, dijo un explorador y experto en océanos.
“Si ese es el caso, podría hacer que el sumergible con cinco personas a bordo sea más fácil de encontrar”, dijo Tim Taylor, un explorador oceánico y director ejecutivo de Tiburon Subsea a NBC News.
"Levantar el submarino del fondo no es tan difícil como uno podría pensar si todavía está intacto", dijo Taylor.
"Realmente estás luchando contra el reloj aquí. No tienen muchas opciones. Cada hora que pasa, sus opciones son menos", agregó.
“Llevar activos de búsqueda al área lleva tiempo. Cuando llegue el equipo, los buscadores tendrán que decidir dónde buscar con el tiempo que tienen. Esta es una tarea monumental", dijo.
Los pasajeros a rescatar
El multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años, y el empresario paquistaní-británico Shahzada Dawood, de 48, y su hijo Suleman, de 19, estaban en el submarino Titan cuando desapareció el domingo por la mañana. También estaban a bordo el explorador francés Paul-Henri Nargeolet, de 77 años, y el fundador y director ejecutivo de OceanGate Expeditions, Stockton Rush, de 61 años.
Nargelot es un comandante de la marina francesa de sumergibles, un científico, un buceador de gran profundidad y con todas las habilidades para poder manejar profesionalmente una emergencia.
Los Dawood son de una de las familias más ricas de Pakistán. Shahzada Dawood, miembro de la junta asesora global de Prince's Trust, vive en el Reino Unido con su esposa Christine, una ejecutiva de negocios alemana. Además de Suleman, tienen una hija, Alina. Los vecinos de la casa de la familia en Long Ditton, Surrey, dijeron que la pareja había viajado a Canadá en las últimas semanas con Suleman, un estudiante universitario.
El rey Charles III ha pedido ser permanentemente informado del caso, cuando tres británicos forman parte de la tripulación.