El abogado israelí y activista por los derechos humanos Arsen Ostrovsky volvió a enfrentarse al horror de la violencia antisemita. Este domingo resultó herido durante un ataque armado registrado en Bondi Beach, en Sídney, mientras participaba junto a su esposa e hijos de una festividad judía por Hanukkah que congregaba a cerca de mil personas. El hecho ocurrió apenas dos años después de haber sobrevivido al ataque terrorista perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023 en Israel.

Ostrovsky se encontraba en Australia desde hacía dos semanas, invitado por organizaciones locales para colaborar con la comunidad judía y participar en actividades destinadas a combatir el antisemitismo, un fenómeno que, según denuncia, se intensificó en el país tras el inicio de la guerra en Gaza. La jornada festiva se transformó abruptamente en una escena de pánico cuando comenzaron los disparos.

"Esto fue una auténtica masacre, un baño de sangre", relató a la prensa local, visiblemente conmocionado y con una herida sangrante en la cabeza. Según su testimonio, uno de los atacantes abrió fuego de manera indiscriminada contra los asistentes, generando una estampida y escenas de extrema violencia.

"Vi niños cayendo al suelo, ancianos tirados, personas inválidas... la sangre estaba por todas partes. El 7 de octubre había sido la última vez que presencié algo así", recordó Ostrovsky, al comparar el atentado de Sídney con la masacre perpetrada por Hamas en territorio israelí.

El terror se profundizó cuando, en medio del caos, el abogado perdió de vista a su familia. "No hay mayor horror que no saber dónde está tu familia", describió. Durante varios minutos temió por la vida de su esposa y de sus hijos, hasta que finalmente logró reencontrarse con ellos entre la multitud que huía del lugar.

A pesar de estar herido, Ostrovsky logró pedir asistencia a los socorristas y fue atendido por personal médico. Más tarde agradeció públicamente haber sobrevivido junto a su familia y subrayó el impacto psicológico del ataque. "Nunca pensé que vería algo así en Australia, jamás en mi vida", afirmó.

El atentado fue ejecutado por dos hombres armados durante el evento comunitario. Uno de los agresores murió en el lugar y el otro permanece en estado crítico, según confirmaron las autoridades australianas. Además, la policía informó el hallazgo de un artefacto explosivo improvisado en las inmediaciones, lo que refuerza la hipótesis de un ataque planificado.

Testigos y sobrevivientes describieron escenas de pánico absoluto, con personas huyendo hacia la playa y abandonando pertenencias personales en el intento desesperado por ponerse a salvo. Imágenes difundidas en redes sociales y medios locales mostraron a heridos siendo asistidos por policías y paramédicos, mientras cuerpos permanecían tendidos sobre el césped.

Entre quienes lograron escapar se encontraba Haim Levy, otro asistente al evento, quien relató que se escondió junto a sus hijos mientras escuchaba los disparos. "Sabía que algo malo iba a pasar y el gobierno no protegió a la comunidad judía", criticó Levy, quien creció en Israel y también expresó su preocupación por la falta de seguridad.

El ataque generó una oleada de repudios internacionales y reabrió el debate sobre el creciente antisemitismo a nivel global, con especial alarma en comunidades judías de Oceanía, Europa y América. Australia, un país donde los ataques de este tipo habían sido hasta ahora excepcionales, quedó en el centro de la preocupación internacional.

La policía mantiene la investigación en curso y las autoridades reiteraron la necesidad de reforzar la seguridad en eventos comunitarios y religiosos. Para Arsen Ostrovsky, haber sido testigo y víctima de dos atentados en contextos tan distintos refuerza su compromiso personal. "Estas experiencias no me van a silenciar. Voy a seguir combatiendo el odio y defendiendo los valores de respeto, convivencia y libertad", sostuvo.