Un fuerte terremoto de magnitud 6,9 sacudió este martes el centro de Filipinas y dejó, hasta el momento, al menos 19 personas muertas, además de importantes daños materiales. El epicentro se localizó cerca de la ciudad costera de Bogo, en la isla de Cebú, donde se registraron los mayores estragos.
De acuerdo con las autoridades locales, trece de las víctimas fallecieron en Bogo, otra en Tabuelan y cinco en San Remigio, todas en la provincia de Cebú. El sismo ocurrió a las 22 horas locales y estuvo seguido por varias réplicas de entre 3,8 y 5,1 grados de magnitud.
Los testimonios de los sobrevivientes reflejan la violencia del temblor. "Estábamos en nuestro cuartel para retirarnos por el día cuando el suelo comenzó a temblar. Salimos corriendo, pero tropezamos por la intensidad", relató el bombero Rey Cañete a la agencia AP.
El movimiento provocó daños en viviendas, carreteras y edificios públicos, como la estación de bomberos de Bogo. Uno de los impactos más significativos fue el derrumbe parcial del histórico Santuario Arquidiocesano de la iglesia de Santa Rosa de Lima, construido en 1858, en la localidad de Daanbantayan.
Las imágenes que circularon en redes sociales mostraron tanto el interior de viviendas, donde familias intentaban protegerse, como plazas públicas que se sacudían mientras caían adornos y estructuras. En uno de los registros más difundidos, se observa a una niña buscando refugio mientras los objetos de su casa se balanceaban violentamente.
El temblor mantiene en alerta a las autoridades filipinas, que evalúan daños y coordinan tareas de asistencia en las zonas más afectadas.