El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este lunes que su administración no contempla suspender la política de aranceles impuesta a diversos países, incluso en medio de las negociaciones en curso. Durante una reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el mandatario aseguró que continuará impulsando acuerdos bilaterales bajo su lema "Estados Unidos primero", sin hacer concesiones que afecten los intereses económicos del país.
Trump fue tajante al afirmar que "no estamos considerando eso", en referencia a una eventual pausa en los aranceles. Aseguró que múltiples países están en proceso de negociar, pero subrayó que cualquier acuerdo deberá ser justo y favorable para los Estados Unidos. Esta declaración reafirma la línea dura de la Casa Blanca en materia de comercio internacional.
Aranceles globales y medidas específicas contra China y la Unión Europea
La administración Trump ya había anunciado el pasado 2 de abril la imposición de aranceles globales del 10 %, que entraron en vigor el sábado anterior. Sin embargo, también se contemplan tasas adicionales para regiones específicas como China y la Unión Europea, que comenzarán a aplicarse en los próximos días. Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia de presión comercial para corregir lo que el presidente considera desequilibrios históricos desfavorables para su país.
En ese contexto, Trump enfatizó que el pasado dejó "malos tratos" para la economía estadounidense, y que su gobierno no está dispuesto a repetir ese escenario. A través de estas barreras comerciales, se busca renegociar los términos de intercambio con socios clave y reindustrializar sectores estratégicos.
Trump habla de "aranceles permanentes" si no hay acuerdos beneficiosos
Una de las frases más llamativas del mandatario fue su referencia a la posibilidad de establecer "aranceles permanentes" si no se alcanzan acuerdos que favorezcan a los intereses estadounidenses. Según Trump, "si no conseguimos buenos tratos, no tendremos nada que hacer con esos países". Esta postura eleva la presión sobre los socios comerciales de Estados Unidos, especialmente sobre aquellos con quienes existen tensiones comerciales latentes.
Durante la misma jornada, el presidente también mantuvo una conversación con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, en la que abordaron temas comerciales. Aunque no se brindaron detalles específicos sobre el contenido del diálogo, Trump la calificó como "muy buena", dejando abierta la posibilidad de futuros anuncios con respecto a Japón.