El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento del arancel a las importaciones provenientes de China, elevando la tasa al 125%, en lo que calificó como una respuesta directa a la "falta de respeto" del país asiático hacia los mercados internacionales. La medida, que entra en vigor de manera inmediata, busca presionar a China para que revise sus prácticas comerciales, las cuales fueron calificadas por el mandatario como "insostenibles y no aceptables".
Este incremento sustancial representa un nuevo pico de tensión en la ya prolongada guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, y podría generar importantes repercusiones en el comercio global y en los mercados financieros.
China responde con represalias y acusa a EE.UU. de romper el equilibrio comercial internacional
La reacción desde Pekín no se hizo esperar. China, que ya había impuesto un arancel del 84% sobre productos estadounidenses en respuesta a un aumento anterior del 104% por parte de Washington, elevó su tono diplomático en la última reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Un diplomático chino criticó duramente a Estados Unidos, acusándolo de actuar de forma unilateral y de socavar el sistema multilateral basado en reglas consensuadas.
"La noción de aranceles recíprocos no resolverá los desequilibrios comerciales. Por el contrario, generará consecuencias negativas, incluso para Estados Unidos", advirtió el representante de China ante la OMC, en un llamado a la comunidad internacional para que defienda el comercio justo y regulado.
Pausa estratégica de 90 días para el resto de los países y reducción temporal de tarifas
En contraste con la severidad de la medida aplicada a China, Trump anunció una pausa de 90 días en la suba de aranceles para el resto de los países, en un gesto de distensión hacia otras naciones aliadas. Según el presidente, más de 75 países se han acercado a representantes estadounidenses para discutir temas clave como barreras comerciales, manipulación de divisas y políticas arancelarias.
Durante este período de gracia, se aplicará una reducción sustancial en las tarifas recíprocas, fijando el arancel en un 10% como señal de buena voluntad. Esta pausa busca preservar relaciones estratégicas y evitar represalias adicionales mientras se mantienen abiertas las vías diplomáticas de negociación.
Impacto global de la política comercial de EE.UU. y repercusiones en mercados internacionales
La decisión de Trump se suma a una serie de movimientos que han redefinido el panorama del comercio global en los últimos meses. Anteriormente, el gobierno estadounidense había impuesto aranceles del 10% para la mayoría de los países, y aumentó al 20% las tarifas aplicadas a bloques como la Unión Europea. Estas medidas generan incertidumbre en los mercados, dificultan la planificación a largo plazo de las empresas y amenazan con frenar el crecimiento económico mundial.