Sarah Mendelson, de 60 años, una ciudadana argentina que residía en Israel desde su infancia, fue una de las seis víctimas mortales del atentado terrorista ocurrido el lunes en Jerusalén, confirmó su yerno a la televisión estatal israelí.
Mendelson era parte del liderazgo del movimiento juvenil sionista religioso Bnei Akiva y se desempeñaba en el departamento de tesorería de la organización, gestionando las relaciones con las autoridades locales. Testigos señalaron que se dirigía a su trabajo cuando fue asesinada en la parada de autobús de la intersección Ramot. Una fotografía difundida recientemente la mostraba en una visita al sitio de la masacre del festival Nova, donde cientos de jóvenes fueron asesinados durante los ataques terroristas del 7 de octubre.
Entre las otras víctimas se encuentran:
Yaakov Pinto, 25 años, emigrado desde España y residente de Jerusalén, recién casado.
Rabino Levi Yitzhak Pash, quien impartía clases en una yeshivá en Jerusalén y residía en Tel Zion, desempeñándose además en tareas de mantenimiento.
Israel Mentzer, 28 años, y Yosef David, 43 años, ambos residentes del barrio de Ramot; David se dirigía a su kollel al momento del ataque y Mentzer era estudiante.
Rabino Mordechai Steinsteg, 79 años, emigrado desde Estados Unidos en 1993, cardiólogo de formación y fundador de la panadería "Dr. Mark's Bakery" en Beit Shemesh, combinaba su conocimiento científico con su legado comunitario.
El ataque fue perpetrado por dos terroristas palestinos de Cisjordania, que abrieron fuego contra los civiles en la parada de autobús. Los agresores fueron abatidos en el lugar por un soldado y un civil armado. Además de los seis fallecidos, al menos 21 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a distintos centros médicos de la ciudad.
Tras el suceso, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se trasladaron al lugar para condenar el ataque.
Aunque los enfrentamientos y ataques palestinos contra israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este son relativamente frecuentes, es raro que dejen un saldo tan elevado de víctimas como en este caso.