Este mediodía finalizó en la Cámara Penal N° 2 un juicio que por ventilarse un delito de instancia privada se desarrolló a puertas cerradas. 

El debate inició pasadas las 9.00 de la mañana y finalizó en horas del mediodía con el dictado de la sentencia. En el banquillo de los acusados se sentó, virtualmente, un hombre de la tercera edad, quien llegó acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el daño causado en la salud mental de la víctima y por la situación de convivencia, hecho ocurrido en esta ciudad Capital, entre los años 2007 y 2015. Cuando los abusos se iniciaron, la víctima -nieta de la pareja del imputado- tenía cuatro años y se extendieron hasta los 12.
En el inicio del debate, el abuelastro -quien se encuentra detenido en el Servicio Penitenciario desde el año pasado, tras la denuncia de la madre de la víctima- declaró mediante videoconferencia y reconoció el hecho. Además pidió perdón a la víctima y a su familia. Asimismo le solicitó al tribunal le apliquen un tratamiento psicológico en el Penal para su recuperación.
Ante el reconocimiento del  imputado y luego de que la Asesora de Menores dialogara con la victima, hoy de 16 años, los magistrados resolvieron introducir al debate la Cámara Gesell donde la jovencita contó el hecho padecido. Así, se buscó no revictimizar a la victima.
Seguidamente, el fiscal Gustavo Bergesio alegó y solicitó la pena de diez años de prisión para el abuelastro, haciendo luego lo propio el defensor oficial Vicente Olmos Morales.
Tras escuchar a las partes, el tribunal se retiró a deliberar el fallo que luego diera a conocer en el que por unanimidad se declaró culpable al abuelastro, por el delito que llegó a debate  condenándolo a pena de diez años de prisión, tal como lo solicitó el Ministerio Publico Fiscal.