Bajo un gran hermetismo la Fiscalía Penal Juvenil, a cargo del Dr. Guillermo Narváez, investiga tres supuestos casos de abuso sexual en los que el autor sería un joven de 13 años y las victimas, tres niñas de entre 6 y 8 años, vecinas y conocidas del ahora acusado. Si bien, por la edad del sindicado, quien no sería punible, en razón de ser menor de 16 años -es decir que no responderá ante la justica por un delito penal, aunque sí le pueden aplicar otras sanciones- desde la fiscalía se habría ordenado una serie de medidas, tanto para las presuntas víctimas, como para el supuesto victimario.

El hecho habría ocurrido durante la jornada del sábado, pero recién trascendió en las últimas horas cuando se conoció que los progenitores de tres niñas, cuyas identidades se mantienen en absoluta reserva, se hicieron presentes en la comisaría de una localidad del interior del departamento Ambato, la que no será identificada para resguardar a las pequeñas, y denunciaron a un vecino de 13 años, conocido de las familias, según indicaron en la denuncia, por haber supuestamente abusado de las niñas.

Como el hecho se trata de un delito de instancia privada y, tanto las víctimas como el supuesto victimario son personas menores de edad, las fuentes consultadas fueron muy cautas al momento de brindar detalles de lo ocurrido, señalando que la causa ya se encuentra siendo investigada por la Fiscalía Penal Juvenil. 

Sin embargo, trascendidos daban cuenta de que el hecho habría ocurrido el sábado a la tarde noche en una obra en construcción ubicada a metros de uno de los domicilios, donde las familias de las tres niñas se encontraban reunidas con unos familiares.

Aparentemente, con el permiso y conocimiento de los denunciantes, las niñas habrían salido a jugar con el ahora acusado, que las llevó hasta una obra en construcción donde el progenitor de una de ellas lo sorprendió poco después con las pequeñas, dos de las cuales tenían los pantalones bajados.

Protocolo

Tras recibir las denuncias de los progenitores de las pequeñas, la policía puso de inmediato en conocimiento de lo sucedido a la Fiscalía Penal Juvenil, que impartió las directivas a seguir.

Entre ellas, que tanto las niñas como sus familias fueran contenidas profesionalmente y se les practicara a las pequeñas el protocolo de abuso sexual.

En tanto que, sobre el adolescente, la justicia también ordenó una serie de medidas, pero, en principio, no podría ser privado de la libertad por su corta edad.