Ayer por la mañana, un grupo de empleados de limpieza de la Municipalidad de Lomas de Zamora halló dos piernas humanas mutiladas —por debajo de las rodillas— en la esquina de Necol y Darwin, en el barrio de Villa Fiorito. Los restos se encontraban dentro de una bolsa de residuos y estaban cubiertos de cal. Ante esto, personal policial llegó al lugar y preservó la zona para que los peritos de la Policía Científica pudieran recuperar los restos que, de acuerdo con la primera apreciación de los expertos, no presentaban un avanzado estado de descomposición.

En un primer momento, el misterioso caso recayó en la Unidad Funcional de Instrucción N°7 del departamento judicial del mencionado distrito bonaerense. Pero luego de las primeras investigaciones que se basaron en el cruce de búsquedas de paradero que encajen con el perfil de las piernas encontradas, la causa pasó a la UFI Nº16 de jurisdicción, especializada en Violencia de Género y Violencia Familiar y a cargo de la fiscal Marcela Juan.

El expediente cambió de manos porque, a falta de la confirmación oficial, se sospecha fuertemente que los restos pertenecerían a un hombre denunciado como desaparecido hace diez días. Se trata de Daniel Silvero, de 56 años, quien fue visto por última vez el 1º de junio.

Su pareja, Laura C. (47), fue quien alertó a la Policía para que se iniciara la averiguación de paradero. Sin embargo, por incongruencias en su relato, la fiscalía dispuso la aprehensión de la mujer y también la de sus dos hijos: están sospechados de haber cometido un homicidio y haber descuartizado el cuerpo.

En su denuncia, Laura C. había dicho que la noche de aquel 1º de junio Silvero no había regresado de trabajar al domicilio en el que conviven desde hace alrededor de dos años, ubicado en la calle Virgen Itatí, a unas doce cuadras de donde se hallaron las piernas. Sin embargo, las imágenes de una cámara de seguridad cercana muestran que, contrario a su declaración, el hombre desaparecido sí había llegado a su casa aquella noche, alrededor de las 20.20. Por otro lado, un vecino aseguró que la mujer le pidió que borrase las filmaciones registradas por su cámara.

Los testimonios comprometieron el relato de Laura C. y la dejaron en el centro de la sospecha. Así, los investigadores allanaron su domicilio ayer y regresaron este viernes a realizar una segunda inspección. En paralelo a ese procedimiento, personal policial realizó nuevos rastrillajes en la zona y encontró más restos humanos, entre ellos una cabeza que estaba en un arroyo cercano.

Con los elementos de prueba recabados, la fiscal ordenó la aprehensión de Laura C. y de sus hijos, de 27 y 21 años. Serán indagados en las próximas horas.

Mientras tanto, los hijos que Silvero tuvo con una anterior pareja, siguen adelante con la campaña en redes sociales para pedir datos que ayuden a dar con el hombre. Preocupados por la desaparición, contaron que en un momento le preguntaron a Laura C. qué sabía acerca del paradero de su padre: según afirmaron, ella les contestó que Silvero se había ido a pescar con amigos.