Hace unos meses atrás, un joven, de quien se reserva la identidad, había llegado a debate oral al Tribunal Penal Juvenil por un delito contra la propiedad.

Por la pena mínima que podría caberle al muchacho en caso de ser declarado culpable, el defensor oficial del fuero penal juvenil que lo asistió, entendió que podía ser beneficiado con la suspensión del juicio a prueba. Es decir, con una probation, en la cual el juez le dijo ciertas reglas de conductas, por un tiempo estimado y, en caso de cumplirlas, su causa penal quedaría sin sustento. En otras palabras, no iría a un juicio y, por ende, no recibiría una pena de prisión en suspenso.

Al llegar al debate, el letrado planteó la probation ante el juez Morabito, quien resolvió hacer lugar al planteo y darle al joven una nueva oportunidad.

Transcurrido el tiempo de dicha probation, este jueves a la mañana el joven regresó ante el juez penal juvenil.

Su abogado mostró el cumplimiento que había efectuado de las disposiciones impuestas por el magistrado, lo que fue supervisado por el equipo técnico.

En la audiencia, las partes discutieron el control de las medidas, quien, según la defensa, "había cumplido de manera impecable" con todas las obligaciones impuestas.

"El tiempo fijado por el juez se cumplió, por lo que solicito que se dé por cumplida la probation", expresó su defensor. A su turno, el fiscal Guillermo Narváez adhirió a lo manifestado por la defensa y señaló que "el cumplimiento de las obligaciones impuestas por la justicia es un ejemplo de que hay jóvenes que, cuando se equivocan, saben cumplir con lo que dispone la justicia".

Finalmente, el juez dispuso la extinción de la acción penal por el cumplimiento de las obligaciones impuestas, en su momento.

Este hecho, según explicaron fuentes judiciales, representa una muestra de que la justicia puede contar con ciudadanos responsables y comprometidos en el cumplimiento de sus obligaciones, incluso en circunstancias en las que han cometido errores en el pasado.