La lectura de la sentencia del juicio que se seguía a Martín Barrionuevo López, el médico cirujano que debía responder por la muerte de Estela Alicia González, ocurrida en el año 2016, luego de que este la atendiera en una operación programada -según consta en la citación a juicio- fue interrumpida abruptamente cuando, en voz alta, el esposo de la víctima, Antonio Armando Moreira se preguntó "¿absuelto?", "¿cómo absuelto, señor Juez...?", desatándose inmediatamente un descomunal desorden donde los hijos de la víctima, quienes estaban presentes en la sala al haberse constituido como querellantes particulares, se abalanzaron contra el médico imputado al grito de "asesino", en un fallido intento por hacer lo mal llamado "justicia por mano propia".
La rotura de vasos, de escritorios y las agresiones físicas, de la que resultara lesionado un efectivo de la policía con un corte en el rostro, llevaron al médico a refugiarse detrás de una de las puertas del recinto, donde los policías intentaban evitar que fuera agredido y contener a los familiares que "estallaron" al escuchar que el médico, que ellos sostienen que mató a su madre, no recibía ningún castigo.
La desmadrada situación obligó al secretario del juzgado a no poder continuar con la lectura del acta de veredicto, retirándose de la sala, al igual que el juez, el fiscal Víctor Figueroa, quien en su alegato la semana pasada había mantenido la imputación de homicidio culposo por mala praxis en contra del cirujano López Barrionuevo y para quien había solicitado la pena de dos años y ocho meses de prisión en suspenso.
Los momentos de mucha tensión vividos en el interior del recinto se trasladaron luego al hall de la galería del edificio Leo III, ubicado sobre calle Sarmiento, entre Chacabuco y San Martín, cuyo tránsito vehicular había sido interrumpido por la policía desde horas tempranas por la presencia de familiares y amigos con pancartas, manifestándose de manera pacífica, pidiendo justicia por Estela Alicia González.
En el exterior
Mientras la policía intentaba apaciguar los ánimos con la presencia de más efectivos policiales, quienes formaron una especie de cordón en el ingreso al juzgado al que los familiares pretendían ingresar, uno de los hijos de la víctima se descompensó, aunque no fue necesaria la presencia del personal médico.
"Justicia corrupta"; "médicos asesinos"; "cuándo le pagaron, señor juez, para que deje libre a este asesino"; "qué más prueba quiere, señor juez", entre otras, fueron las manifestaciones de la familia, que no entiende cómo es que la justica lo absolvió.
"Hay que terminar con estos que se creen intocables, a los médicos y a los jueces nunca les pasa nada. Él la mato y hay prueba, prueba de que la operó mal, de que le perforó el intestino, pero no es suficiente para este juez (...), que lo deja en libertad para que vuelva a matar", expresó ofuscado uno de los hijos de la mujer. La tensión volvió a repetirse cuando otro de los hijos de la víctima ingresó al garaje del hotel, esperando a que descendiera el juez.
"Aquí están los autos del juez, del secretario. Aquí lo vamos a esperar a que den la cara y nos digan por qué lo dejaron libre al asesino de nuestra madre", expresó otro de los hijos quebrado en llanto.
La policía debió rápidamente acudir al lugar y resguardar el asesor para evitar que así los familiares pudieran ingresar al edificio judicial.
Finalmente, pasadas las 13 horas la calma regresó al lugar y los familiares se marcharon.
Ahora, resta esperar conocer los fundamentos por los cuales el juez Javier Herrera absolvió al médico cirujano Martín Barrionuevo López.
Según adelantó la abogada querellante, Dra. Natalia Páez Vaca, casará el fallo.
Por otra parte, también se conoció que en el día de mañana la familia de la mujer fallecida denunciarán penalmente al secretario del juez Javier Herrera.
“Me la volvieron a matar”
La absolución del médico, que llegó acusado de provocar la muerte a la madre de cinco hijos, fue inentendible para los jóvenes, quienes esperaban que la justicia lo condenara, aun cuando entendían que no iría preso. Entre los incidentes en el interior y el exterior de la sala, el llanto de uno de los hijos de la víctima repitiendo una y otra vez “me la volvieron a matar”, “me la volvieron a matar”, fue sin lugar a dudas uno de los momentos más duros. El joven desconsolado miraba a su alrededor y solo repetía una y otra vez “me la volvieron a matar”. Por su parte, Antonio Moreira, esposo de la víctima, en diálogo con LA UNIÓN, no ocultó su bronca y pidió que el juez le devuelva el frasco con resto del intestino de su esposa que él ofreció como prueba: “Quiero que vean cómo está perforado el intestino de mi esposa, él lo perforó, él la mató (...)”.
