Corina Belén Fadel, la ciudadana argentina que fue brutalmente agredida en la ciudad boliviana de Bermejo tras ser señalada por el robo de 5 millones de pesos, fue enviada a prisión preventiva por orden de la justicia del país vecino. La mujer de 32 años, oriunda de San Miguel de Tucumán, deberá cumplir una detención de seis meses en el penal de Morros Blancos, en la capital de Tarija.

El hecho ocurrió el pasado viernes, cuando un grupo de comerciantes y vecinos de Bermejo la identificaron en la vía pública como presunta integrante de una banda criminal que opera en la frontera entre Aguas Blancas (Salta) y Bolivia. La interceptaron en la Avenida Petrolera, donde la raparon, golpearon y desnudaron en plena calle. Parte del ataque fue filmado por testigos y se viralizó en redes sociales.

Según confirmó Rubén Espinoza, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Fadel fue rescatada por la Policía de Frontera ante la negativa de los agresores de entregarla. Fue trasladada primero a una unidad policial para mujeres en Bermejo, y posteriormente derivada a Morros Blancos por razones de hacinamiento.

El caso ya fue puesto en conocimiento del Ministerio Público de Bermejo, que ordenó su detención preventiva tras una audiencia cautelar. De acuerdo con medios bolivianos como El Deber, se trata de una causa judicial por el robo de dinero en la ciudad.

Desde la Cancillería argentina confirmaron que Fadel es ciudadana argentina y que ya cuenta con defensa pública. También indicaron que fue trasladada a un hospital por las lesiones sufridas durante el ataque, y que se mantiene contacto con su abogado defensor a la espera de una nueva audiencia.

Por su parte, la familia de Fadel denunció ante las autoridades bolivianas que fue víctima de tortura y agresiones físicas. En los videos difundidos se observa cómo mujeres comerciantes le cortan el cabello mientras permanece de rodillas, la desnudan y la amenazan. Incluso, según versiones locales, algunos presentes habrían pedido prenderla fuego.

El episodio generó conmoción y encendió el debate sobre la justicia por mano propia, el trato a ciudadanos extranjeros y las condiciones de detención en el país vecino.