Argentina confirmó este sábado que no firmó la declaración final de la cumbre de líderes del G20 2025. Según explicó la Cancillería, la medida responde a un "quiebre de las reglas de consenso" que históricamente rigen el funcionamiento del foro, además de "diferencias sustantivas" vinculadas a cuestiones geopolíticas. El posicionamiento del Gobierno de Javier Milei generó repercusión en todo el país, incluida Catamarca, donde se observan con atención los efectos que las decisiones globales pueden tener sobre las economías regionales.
De acuerdo con la cartera que encabeza Pablo Quirno, la decisión "responde al quiebre de las reglas de consenso que rigen el funcionamiento del G20, así como a diferencias sustantivas en las consideraciones geopolíticas contenidas en el texto".
La crítica al funcionamiento del foro
Para la Argentina, "resulta esencial preservar" las reglas de consenso como base de legitimidad de las decisiones del G20. El Gobierno remarcó que, pese a días de "negociaciones constructivas", lamenta que se haya dado por aprobada una declaración sin el respaldo de todos los miembros, "incluida la Argentina entre otros".
Esa situación, afirmaron, "omite una norma central del G20, organización cuyo mandato principal es la coordinación global de acciones y políticas orientadas a la estabilidad financiera y el crecimiento económico, siempre sobre la base del consenso".
Diferencias sobre el enfoque del conflicto en Medio Oriente
El comunicado también cuestionó el tratamiento del conflicto en Medio Oriente dentro del documento final. La Argentina se distanció del "enfoque parcial" allí planteado, al considerar que "omite el contexto regional y las causas estructurales subyacentes del conflicto", factores que considera indispensables para avanzar hacia "un proceso de paz genuino, sostenible y equilibrado".
La declaración aprobada por el G20
Pese a la postura argentina, la cumbre realizada en Johannesburgo, Sudáfrica, aprobó una declaración conjunta centrada en dos ejes urgentes de la agenda internacional: el llamado a una paz "justa, integral y duradera" frente a los conflictos armados, y la necesidad de proteger la cadena de suministro de minerales críticos.
El texto, adoptado bajo la presidencia sudafricana, reafirma el compromiso de las principales economías con el multilateralismo en un contexto marcado por crisis humanitarias y tensiones geopolíticas. Los líderes expresaron su determinación de trabajar por una paz "justa, integral y duradera" en Sudán, la República Democrática del Congo, los Territorios Palestinos Ocupados y Ucrania, guiados por los principios de la Carta de las Naciones Unidas.