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Mendoza

Buscan que las enfermeras de la guerra reciban una pensión honorífica y vitalicia

“Es necesario correr el velo de la diferenciación por género permitiendo el acceso a la pensión a esas mujeres que con agallas dejaron todo por la patria”, expresó la legisladora nacional, con el objetivo de volver a poner sobre la mesa legislativa una demanda de años, que sigue su curso en el ámbito judicial.

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02 Abril de 2022 16.11

Mientras el país rinde hoy homenaje a los excombatientes de Malvinas, a 40 años de la gesta histórica, hay un grupo de ciudadanos que también espera el reconocimiento desde hace décadas. No sólo se trata de aquellos soldados que prestaron servicios en el dramático conflicto sin estar en el territorio de batalla sino de aquellas mujeres que dieron una mano imperiosa, entre la vida y la muerte.

Por eso, surgió una iniciativa de la diputada nacional por Mendoza Pamela Verasay, quien busca otorgar un reconocimiento “moral e histórico” a las aspirantes navales a enfermeras que cursaban la carrera de enfermería y fueron puestas a servir en el Hospital Naval de Puerto Belgrano.

“Es necesario correr el velo de la diferenciación por género permitiendo el acceso a la pensión a esas mujeres que con agallas dejaron todo por la patria”, expresó la legisladora nacional, con el objetivo de volver a poner sobre la mesa legislativa una demanda de años, que sigue su curso en el ámbito judicial.

“El camino para lograr el reconocimiento como heroínas se ha visto plagado de injusticias e inequidades. Estamos hablando de mujeres valientes, protagonistas de nuestra historia, que sin portar un fusil, contribuyeron a la vida en donde sobraba muerte. Son heroínas que merecen reconocimiento del Estado igualándolas a los Héroes de Malvinas”, puso en valor la diputada.

De acuerdo con los fundamentos del proyecto, en su artículo 3º, se establece otorgar el beneficio de una pensión mensual vitalicia honorífica para todas las Aspirantes Navales de la Escuela de Enfermería del Hospital Naval Puerto Belgrano, que acrediten haber prestado servicio bajo bandera en la Guerra de Malvinas, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, en las mismas condiciones y características que las otorgadas a quienes prestaron servicios en el TOAS durante el conflicto.

En este sentido, vale mencionar que en esa época, alrededor de 50 mujeres, de un total inicial de 1.500 aspirantes, no superaban los 17 años y se encontraban cursando la etapa final de sus estudios secundarios militares mientras se capacitaban para obtener la certificación como enfermeras. De un día para el otro, fueron puestas a disposición de la Base Naval de Puerto Belgrano, donde se entrenaban duramente, tomaban clases y alistaban las instalaciones del hospital local, donde recibirían luego a los heridos de Malvinas. Entre ellas, se destacaba la mendocina Marisa Peiró, oriunda de General Alvear, una de las que se encargó de curar y velar por la salud de los soldados argentinos.

Por diversos motivos, en muchos casos inherentes a lo vivido ese dramático año, la mayoría de quienes integraron el listado nunca terminó la carrera, de ahí la importancia de poner en valor su gesta y reconocer económicamente su entrega por la patria, destacan los impulsores del proyecto del radicalismo, a tono con otra distinción que hizo Verasay en 2018, al entregar la Mención de Honor “Senador Domingo Faustino Sarmiento” a quienes trabajaron en la identificación de los cuerpos de los soldados que yacen en el cementerio argentino de Darwin.

De acuerdo con diversas crónicas que dejó la guerra de Malvinas, con historias que se fueron reconstruyendo a lo largo de los años, toma valor lo vivido por Peiró y sus compañeras. A principios de 1982, cuando la primera promoción cursaba el último de la escuela de enfermería, de la noche a la mañana, las aspirantes se encontraron atendiendo en el Hospital Naval Puerto Belgrano a quienes llegaban del campo de batalla. “De estos días lo que tengo son vagos recuerdos, visiones, dolores”, contó Marisa, aunque no puede olvidarse del cabo enfermero Ernesto Urbina, el primer herido de Malvinas. Cuando la guerra llegó a su fin, ellas volvieron a cursas sus estudios, pero nada fue igual. Muchas no pudieron seguir. Peiró sacó fuerzas de su interior y en diciembre de 1982 obtuvo el diploma de Enfermeras de la Armada, para luego dedicar toda una vida en la carrera militar.