La Causa Cuadernos reanudó este jueves sus audiencias de debate oral con una jornada que volvió a poner el foco en la máxima jerarquía del anterior gobierno. En la quinta sesión del juicio, el Tribunal Oral Federal N°7 escuchó la lectura de la acusación formal que apunta directamente contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner como la principal beneficiaria del supuesto circuito de sobornos.
La acusación, leída en la jornada por el fiscal federal Carlos Stornelli y replicada por el secretario del Tribunal, Ernesto Javier Ruiz, fue tajante al describir el rol de la exmandataria en el presunto entramado. Según el requerimiento de elevación a juicio, la exjefa de Estado "recibió sumas de dinero en sus domicilios" que correspondían al pago de coimas efectuado por empresarios de la obra pública y otros sectores, en un esquema de corrupción que operó durante su gestión.
El documento fiscal detalló la estructura jerárquica de la presunta asociación ilícita, en la que cada actor cumplía un rol específico, con el propósito de centralizar el dinero en la figura presidencial.
En este organigrama de la corrupción, se identificaron tres puntos clave de la cadena de recepción y entrega de fondos:
Roberto Baratta: El exsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, que estaba a cargo de Julio De Vido, fue señalado como el "comunicador y receptor inicial" de los pagos por parte de los privados.
Héctor Daniel Muñoz: El fallecido exsecretario privado de Néstor y Cristina Kirchner fue identificado como "uno de los intermediarios finales" encargado de trasladar el dinero.
Cristina Fernández de Kirchner: La expresidenta fue sindicada como la "destinataria final de los fondos".
En un pasaje crucial de la lectura, el secretario Ruiz destacó que "los eslabones convergen así en un solo punto", refiriéndose a la expresidenta. La acusación enfatiza que "la principal receptora resultó ser Cristina Elisabet Fernández, quien más allá de ser la Presidenta de la Nación Argentina, era quien tomaba posesión final de la mayoría del dinero otorgado por los privados".
La capacidad de decisión y el poder final
La fiscalía insistió en que la exmandataria no solo habría recibido los fondos, sino que tenía la potestad absoluta sobre ellos. "En definitiva, resultó ser la única con capacidad real y efectiva, para decidir cómo y qué hacer con la mayoría del dinero entregado en carácter de coimas", sostuvo Ruiz.
En este sentido, la acusación asegura que los empresarios realizaban las entregas de dinero a la expresidenta para que ella pudiera "ejercer la influencia necesaria que le permitiera incidir a su favor" en las decisiones de gobierno. La acreditación de que "Cristina Fernández recibió sumas de dinero en sus domicilios, y a través de Héctor Daniel Muñoz, de parte de los empresarios" es una de las principales afirmaciones que se desprende de la instrucción.
Imputados colaboradores
La solidez de la acusación se respalda, además, en los elementos aportados por los imputados colaboradores durante la etapa de instrucción. Los aportes de estos arrepentidos "ratificaron la participación e intervención directa de la imputada en la recepción de los sobornos garantizados por los privados".
El juicio por la Causa Cuadernos sienta en el banquillo a un total de 86 procesados, incluyendo a la expresidenta y al exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, entre otros exfuncionarios y empresarios.
Desde su domicilio, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner sigue la reanudación del debate a través de una conexión por Zoom. Actualmente, cumple arresto domiciliario en su departamento de San José 1111 luego de haber sido condenada a seis años de prisión en la causa conocida como Vialidad. La lectura de la acusación, en este quinto día de audiencias, reafirma el principal postulado fiscal: la expresidenta no fue una mera participante, sino la "destinataria final" del dinero.