La policía detuvo a un segundo sospechoso por el ataque con bombas molotov contra el edificio del diario Clarín ocurrido el 22 de noviembre pasado. Se trata de una persona identificada por imágenes de las cámaras de la Ciudad que abordó un colectivo con la tarjeta SUBE de su esposa. Así llegaron a su domicilio. Sus huellas digitales coincidirían con una huella levanta de una botellas con las que se construyeron las bombas caseras. Además, los detectives de la División de Investigaciones Antiterroristas identificaron a otras dos personas relacionadas con el detenido, pero cuando allanaron su casa no los hallaron.

El detenido anoche fue indagado por el juez federal Luis Rodríguez, pero se negó a declarar, dijeron fuentes judiciales. Hasta ahora había una sola persona presa, Martín Michel Gallarreta Albin, pero la Justicia analiza declarar su falta de mérito y liberarlo, pues habría concluido que no estaba en la escena, dijeron fuentes judiciales.

El nuevo detenido es Juan Gabriel Apud, de 32 años. La policía aseguró que su huella digital coincide con la huella parcial recogida en una botella usada para fabricar una de las bombas Molotov que no explotó. Los investigadores rastraron el recorrido de las ocho personas que arrojaron explosivos incendiarios contra el frente de Clarín en Barracas.

El detenido por el ataque a Clarín

Detectaron que uno de ellos subió a una motocicleta y se bajó en Montes de Oca y Martín García, donde abordó un colectivo de la línea 60 hasta Constitución. Eran la 23.16. Los detectives revisaron las tarjetas SUBE utilizadas a esa hora en esa línea y pusieron atención a una a nombre de una mujer. La investigaron y determinaron que se trataría de la esposa del sospechoso que viajaba en colectivo.

Los policías trabajaron con su Facebook y sus redes sociales donde advirtieron la imagen del sospechoso. Así se realizaron el fin de semana una serie de allanamientos donde fue detenido Apud en La Matanza. En su hogar incautaron prendas que podrían ser similares a las usadas por los atacantes: un buzo con capucha, bermudas y zapatillas.

Cuando la policía allanó los otros domicilios, donde supuestamente había dos personas más relacionadas con el ataque, no encontró a nadie. El juez Rodríguez analiza por estas horas ordenar su captura.

En la causa, caratulada como “intimidación pública calificada”, también interviene el fiscal federal Gerardo Pollicita.