En medio de la crisis política abierta por la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno nacional endureció su postura frente a los gobernadores y anunció que vetará la ley que dispone el reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), medida que había sido reclamada por las provincias para reforzar sus arcas.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó este jueves que la administración de Javier Milei no modificará su rumbo económico pese al traspié electoral. "Hubo por supuesto un error político. No se llegó a explicar de manera simple por qué hacemos lo que estamos haciendo", reconoció en conferencia de prensa, aunque sostuvo que no habrá cambios de fondo.
En ese sentido, defendió los vetos aplicados recientemente a la ley de financiamiento universitario y a la declaración de emergencia pediátrica —que incluía fondos para el Hospital Garrahan—, y advirtió que lo mismo ocurrirá con la norma que habilita mayores transferencias automáticas a las provincias.
"No hay soluciones mágicas y no estamos dispuestos a seguir aumentando pobres. No vamos a ceder a volvernos Venezuela", afirmó Adorni.
De cara a las elecciones de octubre, el vocero buscó transmitir confianza: "La gente nos va a acompañar. Hay un análisis más fino de cómo votó la gente el domingo", expresó.
Con este anuncio, la tensión entre la Casa Rosada y los mandatarios provinciales se profundiza, incluso después de los intentos de tender puentes políticos tras la derrota en el principal distrito electoral del país.