En lo que se perfila como una jornada de considerable riesgo político, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, comparecerá el próximo jueves ante el Senado para presentar su informe sobre la gestión de Gobierno. Su visita se producirá en un clima de marcada efervescencia opositora, impulsada por la confirmación de la condena y la detención domiciliaria de Cristina Kirchner por delitos de corrupción, lo que ha exacerbado el ánimo del bloque kirchnerista.
El liderazgo de este sector en la Cámara alta recae en el senador formoseño José Mayans, quien, como vicepresidente primero del Partido Justicialista, asumió la conducción del PJ nacional tras la imposibilidad de la exmandataria de ejercer su jefatura de forma presencial.
El ambiente previo a la llegada de Francos podría enrarecerse aún más si, como anticiparon hace una semana, el kirchnerismo decide solicitar una sesión especial en la misma semana para tratar proyectos clave. Entre ellos se destacan las iniciativas de recomposición de haberes jubilatorios y la prórroga de la moratoria previsional, ambas aprobadas por la Cámara de Diputados hace quince días. Estas propuestas, junto a una recomposición de las pensiones por discapacidad, aún no han sido discutidas en las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión, aunque hasta el momento ninguna bancada ha presionado para acelerar su tratamiento.
Actualmente, el escritorio de la vicepresidenta Victoria Villarruel cuenta con un único pedido formal de sesión especial. La solicitud, firmada por cinco senadores encabezados por la radical Edith Terenzi (Chubut), pide convocar el miércoles o jueves de la próxima semana para abordar un total de 47 proyectos que ya cuentan con dictamen de comisión.
El recinto del Senado permanece cerrado desde el 7 de mayo, cuando en un desenlace inesperado, fracasó el proyecto de ley de ficha limpia al no alcanzar los 37 votos constitucionales necesarios para su sanción.
Más de un mes después de aquella última reunión, la vicepresidenta firmó el decreto de convocatoria para la sesión especial informativa, que se llevará a cabo el próximo jueves a las 11 de la mañana. Aunque desde algunas fuentes oficialistas en el Senado se barajó la idea de mantener el recinto cerrado para evitar darle una tribuna al kirchnerismo y sus denuncias por la condena de la expresidenta, la vicepresidenta optó por cumplir con lo previamente acordado entre los distintos bloques.
Este proceso incluyó la activación del protocolo habitual para las sesiones informativas del jefe de Gabinete, permitiendo la recepción de preguntas de los senadores y su posterior traslado para ser respondidas por escrito antes de la presentación del funcionario. Todo el procedimiento contó con la aprobación de Francos, quien visitó el Senado por última vez el 27 de noviembre pasado.
No obstante, la intención general del Gobierno es mantener el Senado con la menor actividad posible hasta las elecciones legislativas de octubre. Se busca así fortalecerse políticamente y esperar con mayor tranquilidad al recambio legislativo del 10 de diciembre, cuando se harán efectivos los resultados de esos comicios.
Por el momento, no existe unanimidad en el oficialismo sobre la estrategia legislativa a seguir en los próximos meses. Mientras algunos despachos de la Casa Rosada sugieren que sería conveniente permitir la rápida sanción de los proyectos de jubilaciones y discapacidad en el Senado, para que el presidente Javier Milei pueda vetar esas leyes lo más lejos posible de las elecciones de octubre, otros sectores del oficialismo prefieren que el veto se produzca lo más cerca de la contienda electoral. Esta última postura busca reafirmar la autoridad presidencial y ratificar la política de ajuste fiscal que caracteriza a la actual administración.
