Una vez más la actividad cultural de Catamarca se lució el Congreso nacional: impulsada por la diputada Silvana Ginocchio, se presentó en el espacio cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación el documental catamarqueño “El Camino de la Lana”.
El trabajo, realizado por la productora audiovisual catamarqueña Mariel Bomczuk en Fiambalá, registra el proceso artesanal de la producción de lana desde la esquila con tijeras hasta los ovillos que se usarán para los telares.
La actividad fue presentada por Martina Cassiau que es diseñadora textil, especializada en Gestión de Patrimonio Cultural (UBA) y Magister en Antropología Social.
Momentos antes, el presidente de la Comisión Administradora de la Biblioteca del Congreso, diputado nacional Carlos Selva, y la directora de la Casa de Catamarca, Valeria Zavaleta, junto a Ginocchio, firmaron un convenio por el cual se podrán usar las instalaciones de la Biblioteca (incluido su Salón Auditorio) para diversas actividades impulsadas por la representación de nuestra provincia en Buenos Aires.
“El Camino de la Lana” conmovió a los presentes con su descripción profunda del trabajo artesanal ancestral, el testimonio de sus protagonistas y el impacto de los paisajes catamarqueños.
“Cuando hablamos de federalismo, es porque creemos profundamente que cada persona que habita en un lugar alejado en nuestra Patria tiene los mismo derechos -dijo Ginocchio-. Visibilizarlos, mostrar su forma de vida y de trabajo, es un homenaje hacia ellos”.
La esquila de ovejas con tijera es una técnica ancestral, y Bomczuk con su equipo registró el proceso en Río Grande, un lejano paraje de Fiambalá. La lana es después convertida en ovillos, y luego en ponchos y diversos tejidos artesanales: el documental se completa con un registro de la labor de una de esas tejedoras que pacientemente trabaja en su telar.
La diputada subrayó que el documental “muestra lo que somos, lo que hacemos en Catamarca. Hay un patrimonio que, si no se captara, se perdería”. 
Mariel Bomczuk contó, por ejemplo, que para la filmación tuvieron que recorrer el camino de “más de cuatro horas a lomo de mula” para llegar al puesto donde la familia protagonista vive de la lana de oveja. “Son las últimas esquilas con tijeras -relató- porque de a poco se va generalizando el uso de máquinas”.
La realizadora relató que “me emociona siempre poder mostrar a Catamarca, su gente y sus lugares. El día que esto deje de emocionarme, me busco otro trabajo”.
Martina Cassiau señaló que ésta es “una de las obras más logradas de Mariel, nos recuerda que habitamos en una Tierra con mayúsculas y con minúsculas. Es una oportunidad para hablar de patrimonio, de motivos para construir una Nación. El Camino de la Lana es una nueva oportunidad para volver a mirarnos y recordar quiénes somos”.