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Casa Rosada

Los hechos que desgastaron el vínculo con el Gobierno y que propiciaron la salida de Mondino

El principal malestar de Javier Milei y su entorno, se centró en que la dirección de la política exterior no se alineaba con sus ideas.

(Foto: Cancillería)

31 Octubre de 2024 00.38

La reciente salida de Diana Mondino del Ministerio de Relaciones Exteriores generó gran revuelo en el ámbito político y diplomático argentino, y despertó dudas sobre las causas que precipitaron su despido tras meses de tensiones que llevaron a la Cancillería ya la Casa Rosada a frecuentes enfrentamientos.

Con el tiempo, Mondino fue perdiendo peso político tanto dentro como fuera del Ministerio. Las "intervenciones" realizadas por el Ejecutivo, con nombramientos clave y gestos de desautorización, evidenciaron su debilitamiento como canciller.

Según fuentes de la Casa Rosada, el malestar principal de Javier Milei y su círculo cercano se debía a que consideraban que la dirección de la política exterior no estaba alineada con las ideas que el mandatario quería promover, tanto a nivel nacional como internacional.

Desde un inicio, Mondino eligió un equipo conformado mayormente por diplomáticos, lo cual generó desconfianza en el Ejecutivo. Un ejemplo es el caso de Leopoldo Sahores, quien ocupó el cargo de vicecanciller hasta hace dos semanas, cuando comenzó la última crisis que sacudió a la Cancillería.

Los primeros signos de deseo surgieron en junio, con una serie de eventos que expusieron la posición debilitada de Mondino en el Gabinete. Uno de los primeros fue cuando Karina Milei asumió el control de la Agencia de Promoción Comercial e Inversiones, un área que Mondino consideraba crucial para fortalecer los lazos comerciales de Argentina con el mundo, tal como había prometido al asumir.

Poco después, ocurrieron dos hechos notorios: la excanciller no alcanzó la cumbre del G7 en Italia, y la Rosada designó a Ursula Basset en el Ministerio de Relaciones Exteriores. A pesar de no tener un cargo formal, Basset recibió el aval para supervisar asuntos críticos de la agenda gubernamental, como la de la ONU.

Este proceso fue conocido internamente como la "intervención de la Cancillería". Poco después, llegó una reforma en la Secretaría de Culto, que pasó a llamarse de "Culto y Civilización" y que puso a Nahuel Sotelo, legislador provincial, al frente de áreas clave como la de derechos humanos, anteriormente bajo la Secretaría de Relaciones Exteriores. , que se dirigía a Sahores.

Sotelo fue designado para mejorar la comunicación entre la Cancillería y la Rosada, a través de Santiago Caputo. En poco tiempo, intervino en temas importantes, como el discurso en la Asamblea General de la ONU y la decisión de frenar iniciativas relacionadas con género y medioambiente en las que Argentina pensaba participar.

Para entonces, la tensión en la Cancillería era evidente. Además, el Gobierno había impulsado una reforma en la Ley de Bases para que los diplomáticos pagaran el Impuesto a las Ganancias sobre sus sueldos en dólares en el exterior, además de sus ingresos en pesos. Esta medida, que fue suspendida por la Justicia, había generado malestar en el cuerpo diplomático, el cual pidió mayor acción a Mondino, viéndose esta cada vez más debilitada.

Luego se sucedieron otros gestos que intensificaron las tensiones. Durante el viaje a Nueva York para la Asamblea de las Naciones Unidas, Javier Milei no incluyó a Mondino en el avión oficial, y ella debió volar en un avión comercial. Días después, se confirmó la salida de Ricardo Lagorio, embajador ante la ONU, tras múltiples choques con el Ejecutivo.

Mientras tanto, desde la Casa Rosada continuaron las intervenciones en distintas áreas de la Cancillería y crecieron las presiones sobre los diplomáticos. Ejemplo de ello fue la carta que Milei envió al Servicio Exterior, en la cual señalaba que "el que no seguía las ideas de la libertad, tenía que dar un paso al costado".

Ante este contexto y la creciente presión, Leopoldo Sahores, número dos de Mondino, dejó su carga hace dos semanas, lo que dio inicio a un proceso de profunda reconfiguración en el Ministerio.

La reciente votación de Argentina sobre Cuba ha generado interrogantes sobre quién estuvo detrás de la instrucción dada al embajador argentino en Nueva York. Desde la Cancillería aseguran que contaban con el aval de la Casa Rosada, mientras que el propio Milei señala que se trata de un error de la excanciller Mondino, quien ahora ya no forma parte del Ministerio.