El expresidente Mauricio Macri repudió junto a un grupo de exmandatarios la condena a 10 años de prisión a Jeanine Áñez en Bolivia, por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes en el marco de su llegada al poder en 2019 con la salida de Evo Morales del país.

“Se trata de una acusación inventada sobre un hecho que no existió. La expresidenta está detenida ilegalmente. Estando detenida se le abrió este proceso carente del mínimo fundamento. Le han desdoblado las acusaciones con tipificaciones abrogadas”, expresaron en un comunicado desde la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) que tiene entre los firmantes a Macri.

Los ex jefes de Estado, entre los que también están Sebastián Piñera (Chile), Carlos Mesa (Bolivia), Felipe Calderón (México), remarcaron que el gobierno "constitucional transitorio" de Áñez fue reconocido por la comunidad internacional. "Incluyendo a Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, Turquía, Rusia, China y países de la región", puntualizaron. 

Y criticaron: "La Unión Europea, el gobierno de España, la ONU y la Iglesia Católica actuaron como facilitadores de las discusiones entre el gobierno constitucional de transición y el partido de Morales. Gracias a esa tarea se convocó a nuevas elecciones y se eligió por unanimidad al nuevo Órgano Electoral”.

Los dirigentes subrayaron que Áñez actuó "con estricto apego a la Constitución" y que reconoció el resultado del proceso eleccionario, por lo que dejó el cargo como correspondía el 8 de noviembre de 2020, cuando asumió Luis Arce.

En ese sentido, cuestionaron al actual mandatario boliviano: "El presidente Arce reniega de sus palabras de reconocimiento del carácter constitucional de su antecesora, pronunciadas cuando era candidato, cuestionando así su propia legitimidad”.

Áñez fue condenada por el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz a 10 años, en un juicio que llevó tres meses por el que estuvo detenida un año.

La exsenadora dijo que es inocente y que fue "un simulacro de juicio". También dijo que actuaría de la misma forma si volviera a ocurrir lo que pasó. “El poder político le exigía un juicio exprés para tener una sentencia exprés”, dijo sobre el Tribunal.

Áñez y exjefes policiales y militares fueron procesados por decisiones contrarias a la Constitución. La exsenadora fue acusada por las acciones que tomó cuando era segunda vicepresidenta de la Cámara alta para asumir la Presidencia de forma irregular.

Según su defensa, no debió juzgarse a la exmandataria por la vía ordinaria, sino que debería haber habido un juicio de responsabilidades en el Congreso, pero los denunciantes argumentaron que se juzgaron acciones previas a la gestión.

"Yo tuve el Gobierno, pero nunca tuve el poder. Tuve bloqueos en la Asamblea (Legislativa); era un Gobierno simplemente de transición. En un año pudieron haber hecho cualquier denuncia en la Cámara de Senadores, pero no lo hicieron; trabajamos en coordinación", recalcó.