Javier Milei llegó este martes a Nueva York para mantener una reunión decisiva con Donald Trump en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El encuentro, realizado en el icónico edificio de vidrio y acero de la ONU, busca sellar un préstamo de la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos al Banco Central de la República Argentina, destinado a cubrir los compromisos de deuda de los próximos 15 meses y fortalecer las reservas.
El acuerdo financiero exhibe la sintonía personal e ideológica entre ambos mandatarios y consolida la alianza estratégica entre Argentina y Estados Unidos en un contexto marcado por la ofensiva geopolítica de China en América Latina.
Trump, acompañado por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el titular del Tesoro, Scott Bessent, recibió a Milei tras su discurso en la Asamblea. Por parte de la delegación argentina estuvieron Karina Milei, secretaria General de la Presidencia; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el canciller Gerardo Werthein.
Bessent, arquitecto del entendimiento bilateral, anticipó que el apoyo será "grande y contundente" y remarcó: "Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina, y el Tesoro está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar al país".
La iniciativa responde a un cálculo político de la Casa Blanca: blindar a Milei de un eventual shock financiero que ponga en riesgo su proyecto de gobierno y deje espacio a la oposición kirchnerista.
El peso de la deuda
Los vencimientos que enfrenta Argentina en el corto plazo ascienden a casi USD 28.000 millones:
Organismos multilaterales: USD 2.295 millones entre octubre y diciembre de 2025 y USD 7.521 millones en 2026 (de los cuales USD 3.413 millones corresponden al FMI).
Bonos y letras: USD 10.718 millones, incluyendo USD 7.677 millones de capital.
BOPREAL: USD 1.000 millones en noviembre de 2025 y USD 2.000 millones en el primer semestre de 2026.
Cansado de los reiterados incumplimientos argentinos, el FMI no aparecía como una opción viable para obtener recursos adicionales. Por eso, el Tesoro de Estados Unidos definió activar el Fondo de Estabilización Cambiaria, mecanismo que en los años '90 fue clave para evitar que el "Efecto Tequila" derrumbara al gobierno de Ernesto Zedillo en México.
El esquema prevé transferencias de dólares al Banco Central mediante un formato de swap, mientras Argentina depositará pesos en la cuenta del Tesoro en Nueva York. Este diseño evita la necesidad de aprobación legislativa en el Congreso, dominado por la oposición.