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Crisis en el sindicalismo

Pablo Moyano renunció a la CGT por no coincidir con las decisiones de "la mesa chica"

El dirigente de Camioneros presentó su renuncia por las diferencias con las decisiones que tomó la central obrera con respecto al Gobierno.

Pablo Moyano
Pablo Moyano

22 Noviembre de 2024 17.21

La salida de Pablo Moyano de la Confederación General del Trabajo (CGT) marca un nuevo capítulo en la división interna del sindicalismo argentino. Con diferencias irreconciliables respecto a las estrategias de la "mesa chica", el dirigente de Camioneros formalizó su renuncia con una breve nota dirigida al Consejo Directivo. Este movimiento genera repercusiones significativas en el panorama gremial y político del país.

Renuncia de Pablo Moyano: causas y reacciones

El detonante de la renuncia de Moyano fue la postura adoptada por la mesa chica de la CGT, que decidió descartar cualquier medida de fuerza al menos hasta 2025, privilegiando el diálogo con el Gobierno de Javier Milei y el sector empresarial. Moyano, en cambio, abogaba por una movilización masiva o un paro nacional contra las políticas económicas de la nueva administración.

El impacto de la renuncia no tardó en manifestarse. Mientras el sector liderado por Hugo Moyano designará un reemplazo —posiblemente Omar Pérez, de Políticas de Transporte del sindicato—, los sectores dialoguistas de la CGT minimizan la crisis y reafirman su estrategia de consenso con la Casa Rosada.

Divisiones internas: entre el diálogo y la confrontación

La salida de Moyano expone una brecha cada vez más profunda en la CGT. Por un lado, el ala moderada, representada por Héctor Daer, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez, defiende un enfoque negociador para mantener la estabilidad y evitar conflictos masivos. Este grupo ha establecido mesas de diálogo tripartito con el Gobierno y empresarios para abordar temas clave, como reformas en el sistema de riesgos laborales.

Por otro lado, la fracción más combativa, liderada por Moyano junto a sindicatos de transporte y sectores kirchneristas, impulsa medidas más agresivas para rechazar las políticas de ajuste. Esta postura quedó reflejada en la planificación de un paro nacional para el 5 de diciembre, con la participación de gremios como SMATA, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y movimientos sociales.

Conflictos recientes: antecedentes y protagonismo

La renuncia de Moyano no es un caso aislado en el sindicalismo. En octubre pasado, Mario Manrique, del sindicato SMATA, también dejó su cargo en la CGT, aunque bajo pretextos menos confrontativos. Este hecho resalta la fragilidad de una central obrera que enfrenta tensiones internas y la presión de representar intereses divergentes en un contexto político y económico complejo.

Además, la participación de Hugo Antonio Moyano, hermano de Pablo, en recientes reuniones de la CGT con empresarios y funcionarios, evidencia un esfuerzo por distanciarse de las posturas radicales promovidas por su hermano.

¿Qué sigue para la CGT y el sindicalismo argentino?

La CGT se enfrenta al desafío de equilibrar las demandas de sus distintas facciones mientras mantiene su relevancia como actor político. La estrategia dialoguista busca consolidar un marco de cooperación con el Gobierno, pero su capacidad para contener a las voces más críticas será crucial.

En el corto plazo, el paro planeado para diciembre podría convertirse en un termómetro de las tensiones internas y el respaldo de la base sindical a las diferentes estrategias en juego. A largo plazo, la CGT deberá redefinir su rol en un escenario político en transformación, donde el sindicalismo se perfila como un eje de resistencia o colaboración, dependiendo del enfoque adoptado.

La CGT en la encrucijada

La renuncia de Pablo Moyano pone en evidencia la complejidad del sindicalismo argentino y su papel en un contexto político volátil. Mientras unos apuestan al diálogo, otros ven en la confrontación una herramienta indispensable para defender los intereses de los trabajadores.

La CGT tiene la oportunidad de convertirse en un puente entre el Gobierno y los sectores sociales o arriesgarse a perder relevancia si no logra gestionar sus diferencias internas. La evolución de esta situación será clave para entender el futuro del movimiento obrero en Argentina.

El comunicado de Pablo Moyano en su renuncia a la conducción de la CGT

De mi mayor consideración:

Me dirijo a ustedes, que he tomado la decisión de renunciar a mi cargo como Co- Secretario General de de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada "mesa chica".