La vicepresidenta Victoria Villarruel oficializó el cierre definitivo del jardín maternal y guardería que funcionaban en el Senado y ordenó la transferencia de sus bienes patrimoniales a un establecimiento similar que opera en la Cámara de Diputados. La decisión se formalizó a través de los decretos 394/25 y 401/25, firmados este mes.
El jardín estaba ubicado en Moreno 2010, un edificio que había sido cedido por la Dirección de Ayuda Social (DAS) al Senado, y que fue inaugurado en 2015 durante la gestión de Amado Boudou como vicepresidente. Villarruel ya había dispuesto en octubre pasado la suspensión de todas las actividades allí por detectar "vicios estructurales" que lo hacían "impropio" para su uso, según informó oficialmente.
En ese momento, la titular de la Cámara alta cuestionó que administraciones anteriores hubieran habilitado el funcionamiento del jardín pese a los riesgos para niños y trabajadores. Habló de "negligencia, desconsideración y temeridad".
Tras ordenar una evaluación técnica a la Dirección de Obras y Mantenimiento, Villarruel concluyó que el inmueble no podía ser reacondicionado debido a sus condiciones edilicias. Por ese motivo, decidió restituirlo a la DAS y desechar su utilización para otros fines dentro del ámbito senatorial.
Como parte de la medida, la vicepresidenta también autorizó a la Subdirección de Recursos Humanos a ceder bienes del jardín —entre ellos sillas, mesas, pizarrones, juguetes, corralitos, mantas y practicunas— al Jardín Materno Infantil "El Gato Garabato", que depende de la Cámara de Diputados y funciona en el Anexo A. Parte del material también será destinado a la Asociación del Personal Legislativo (APL).
Reubicación de los niños
Desde el Senado informaron que los niños que asistían al jardín cerrado tendrán prioridad para ingresar al jardín infantil de Diputados. Además, señalaron que existen otras opciones disponibles, como una institución gestionada por la APL y otra que depende de la Biblioteca del Congreso.
En paralelo, se recordó que los empleados del Senado que dejan a sus hijos de 0 a 3 años en jardines cercanos a sus domicilios perciben un adicional mensual en sus sueldos.
"El jardín cerrado solamente beneficiaba a unos 40 niños (había 30 al momento del cierre), en cambio el adicional de guardería alcanza a 200 empleados. Es decir: hay más gente que se beneficia con el adicional", destacaron fuentes del Senado en diálogo con La Nación.
