El vinagre blanco, presente en la mayoría de los hogares catamarqueños, volvió a posicionarse como un aliado práctico y económico para la limpieza del ventilador, especialmente antes del inicio del verano. Este producto, de uso doméstico y con larga historia en distintas culturas, se destaca por su capacidad desinfectante.
En la actualidad existen diversos tipos de vinagre. El apto para consumo es el fermentado natural que se obtiene de cáscaras de frutas y legumbres. En cambio, el vinagre destilado —más ácido— se utiliza exclusivamente para tareas de limpieza y es el protagonista de este procedimiento.
Con el ventilador acumulando polvo durante los meses de poco uso, el vinagre se presenta como una solución rápida y segura. Para evitar mayores complicaciones, se recomienda proteger el aparato con una funda durante el invierno.
Dos métodos para limpiar el ventilador con vinagre blanco
Existen dos formas sencillas de desinfectar el ventilador:
1. Mezcla de vinagre y agua
La alternativa más práctica consiste en combinar vinagre blanco con agua y rociar la mezcla sobre la superficie del ventilador. Luego, basta con pasar un paño para remover la suciedad adherida.
2. Bolsa y vinagre
Otra opción es aplicar vinagre directamente sobre las paletas y la rejilla, cubrir el ventilador con una bolsa grande y encenderlo en la velocidad más baja. El movimiento ayuda a desprender el polvo, que se humedece con el vinagre. Finalmente, se limpia con un paño seco.
En ambos casos, es importante evitar que el vinagre entre en contacto con el motor o las partes vinculadas al sistema eléctrico. También puede utilizarse un plumero para retirar el polvo superficial antes de aplicar el producto.
Cómo hacer una funda de tela para proteger el ventilador
Para evitar que el aparato vuelva a cubrirse de polvo, se recomienda confeccionar una funda casera. El procedimiento es sencillo:
Medir el diámetro del ventilador para cortar la tela adecuada.
Marcar un círculo y sumar algunos centímetros para crear un borde con elástico.
Realizar un ojal alrededor, colocar el elástico y cerrar la funda.
Cualquier retazo, incluso telas económicas como la friselina, sirven para este propósito. Con esta protección, el ventilador se conserva limpio durante todo el invierno.