Este martes comienza el debate del proyecto de legalización de aborto en el Senado de la Nación.
Lectores de LA UNION expresaron su postura al respecto con el siguiente texto:
"Cada individuo de nuestra especie viene a este mundo con un código genético único e irrepetible, resultado de la unión del óvulo y del espermatozoide. Este código genético es el que dice cuáles serán nuestras características físicas como color de ojos y, otras, que se irán manifestando y que todavía siguen sorprendiendo. A su vez, ese código está muy influenciado por el ambiente? por lo que genes y ambiente se convierten en un todo.
El código genético del hijo es distintito al de su madre y al de su padre. Esa variabilidad asegura la supervivencia de la especie. Si decimos que el código genético es único, una mujer no puede argumentar es mi cuerpo para justificar el aborto porque el código de su hijo es distinto al de ella. Ni decir es mi hijo, porque para que haya una nueva vida se necesita del aporte genético de ella y del padre. Siempre hablando desde el punto de vista biológico, por supuesto, que es lo primero y sobre lo cual se asienta lo sociocultural.
Ahora, ¿qué pasa con el varón? En la lógica argumentativa de la postura a favor del aborto se lo exime de toda responsabilidad y queda la decisión centrada únicamente en la madre? ¿no sería éste un pensamiento machista, una vez más? Es decir, se necesitó de los dos: mujer y varón indefectiblemente y resulta que se necesitará solo de la madre en los primeros meses de vida, vaya ¡qué poder el femenino!
Luego ese hijo podrá recibir todo el apoyo de su madre, de su padre, de otras personas, incluso desconocidas, y necesariamente del Estado. Ese niño deja de ser madre-dependiente para ser socio-dependiente, porque es un individuo que entrará al tablero social a hacer su aporte e interrelacionarse, para bien o para mal, según su código genético y el ambiente que le hayamos brindado como sociedad.
Cuando se habla y se justifica el aborto por motivos realmente variados -desde superfluos hasta muy profundos como una violación- se pone exclusivamente el foco en la madre, en sus limitaciones, en su trauma. Siempre, siempre, son limitaciones fruto de toda una sociedad a la que las personas, y no solo la mujer, poco importan: pobreza; falta de educación de educación sexual, emocional, ciudadana, religiosa; discapacidad; duelos; adolescencia; vejez; enfermedad? todas comprensibles, sin jerarquizarlas. Pero ese foco siempre es la madre? ¿y el nuevo ser de nuestra especie, totalmente indefenso?, ¿quién pone el foco en él?
Como sociedad y como ciudadanos políticos debemos defender primeramente a los más débiles, a los que no pueden hacerlo por sí mismos. Defender a la mujer siempre y, sobre todo, a la mujer desde que es más débil: desde el útero de su progenitora. Sabido es que la mayoría de los embriones son femeninos?. Entonces, con el aborto ¿no estaríamos frente a un femicidio masivo? Claramente, SÍ, y solicitado por otra mujer: la progenitora, en concurrencia de muchos actores. ¿Qué edad se considera para hablar de femicidio: 15, 60 años; 2 meses? Todas edades cronológicas con debilidades, esto es: adolescente, embrión, anciana?. Todas mujeres necesitadas de otras mujeres que las contengan. Todas mujeres que necesitan de una sociedad que las proteja. La diferencia entre estos tres grupos etarios es que, sin duda, la niña por nacer es la más frágil.
La pregunta es ¿convertir a las víctimas en victimarias es un empoderamiento de género y social? Sinceramente ese planteo carece de lógica y de humanidad. Si para que un niño no deseado no sufra o no sufra su madre hay que matarlo, ¿no estamos acaso ante el mayor abuso de la humanidad? Ese niño podrá no ser deseado por sus progenitores, pero ¿los 40 millones de argentinos no deseamos tampoco a uno de nuestra especie? Ese es un “lujo” que como seres humanos no podemos ni siquiera pensar, dada la potencialidad que cada ser humano puede desplegar, riquísima y enriquecedora.
Jesús dijo: YO soy el camino, la verdad y la vida. Dios es el autor de la vida.
Señores legisladores, que vuestra firma no se manche con sangre de inocentes, como pasó con la de Herodes?. Aquella matanza de santos inocentes no fue nada en comparación a la actual y a la que vendrá de aprobarse la ley."