El cardenal Estanislao Esteban Karlic, arzobispo emérito de Paraná, falleció este viernes a los 99 años en el Hogar Sacerdotal Jesús Buen Pastor, donde residía debido a su delicado estado de salud. La noticia fue confirmada por el Arzobispado de Paraná mediante un comunicado firmado por el vicario general, monseñor Eduardo Tanger, en el que se pidió a la comunidad orar por su eterno descanso.
Karlic había sido hospitalizado el pasado 10 de mayo tras sufrir un paro cardíaco. Luego de una cirugía para implantarle un marcapasos, recibió el alta diez días más tarde. Ese mismo día, el papa León XIV, con quien mantenía una antigua amistad, lo llamó por teléfono para expresarle su cercanía y agradecerle su servicio a la Iglesia. Aunque el cardenal no pudo hablar por su debilidad, quedó profundamente conmovido por el gesto.
Desde 2005, Karlic formaba parte de la Orden de San Agustín, donde coincidió con León XIV, entonces prior general. Durante sus visitas a Roma solía hospedarse en la Casa General de los Agustinos, lo que fortaleció su vínculo con el actual pontífice.
Trayectoria y legado
Nacido el 7 de febrero de 1926 en Oliva, Córdoba, Karlic estudió en el Seminario Mayor de Córdoba y en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, donde se licenció en Teología. Fue superior de la sección de Filosofía del Seminario cordobés y, en 1977, designado obispo auxiliar de Córdoba por Pablo VI.
En 1983 fue nombrado arzobispo coadjutor de Paraná, sucediendo a monseñor Adolfo Servando Tortolo en 1986. Ese mismo año integró la Comisión para la redacción del nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, tarea que desempeñó hasta 1992.
Presidió la Conferencia Episcopal Argentina en dos períodos consecutivos (1996-1999 y 1999-2002) y renunció como arzobispo de Paraná en 2003, tras 17 años de servicio pastoral. En 2007, Benedicto XVI lo creó cardenal con el título de la Santísima Virgen María de los Dolores en la Plaza Buenos Aires.
Relación con Catamarca
El destacado religioso tuvo relación con nuestra provincia, a la que visitó en varias ocasiones. Una de las primeras fue en silencio y sin hacer declaraciones públicas, en 2001 cuando era presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. En ese momento y a pedido de Mons. Elmer Miani, obispo de Catamarca, intercedió en la polémica que se desató en torno de la enseñanza religiosa obligatoria.
Luego, en junio del 2009, también estuvo en estas tierras, en ocasión de la presentación del Catecismo de la Iglesia Católica. En esa oportunidad también dictó el retiro del clero diocesano una charla sobre El perfil del católico en la vida política, conferencia que luego fue abierta para todo público.