Tras la muerte de Diego Armando Maradona comienza un capítulo judicial que intentará determinar si es que hubo negligencia por parte de los profesionales de la salud que debían cuidar al Diez.
En este sentido, los fiscales tienen dudas respecto a la declaración y el accionar de Gisela, la enfermera que tomó su turno a las 6.30 y que por motivos que se intentan determinar no despertó a Maradona hasta que la llegada a la propiedad en Tigre del psicológico y la psiquiatra, lo que se produjo alrededor de las 11.30.
En las últimas horas, aparecieron elementos en la causa que podrían comprometerla. Es que Maradona tomaba unas ocho pastillas a diario, y la Justicia busca determinar si la mujer debía suministrarle una de estas durante la mañana y por algún motivo no lo hizo.
Además, el jueves declaró Ricardo, el enfermero del turno noche, que habría sido la última persona en ver con vida a Maradona, ya que según su relato constató que el futbolista respiraba a las 6.30 de esa mañana del miércoles 25 de noviembre de 2020. Luego se produjo el cambio de turno.
Fue allí cuando entra en escena Gisela, la enfermera, sobre la que la Justicia tiene dudas. Es que hay un elemento de su relato que no cierra con la línea de tiempo y la reconstrucción de las últimas horas del Diez. Esa cuestión se mantiene bajo gran hermetismo.
De esta forma, y según el relato del enfermero, Diego no habría estado 12 horas sin atención médica, tal como denunció su abogado Matías Morla, pero de cualquier forma habría cuestiones no tan claras en el relato de la mujer.