Mediante la Resolución 565/2023, publicada el lunes pasado en el Boletín Oficial, el Ministerio de Salud de la Nación informó que ya no se podrá importar, distribuir, comercializar y publicitar los "Productos de Tabaco Calentado" (PTC). Según señalaron, el objetivo de esta medida es "restringir el uso de este tipo de productos, que se consideran perjudiciales para la salud". Ahora el Ministerio de Salud de la provincia, a través del Programa de Cesación Tabáquica, salió a "limitar el uso" informando a la comunidad sobre los peligros de consumir estos productos y promueve la cesación tabáquica en la población.
La medida tiene como objetivo restringir el uso de este tipo de productos, que se consideran perjudiciales para la salud; como también propiciar que las personas accedan a información confiable y basada en evidencia científica sobre las consecuencias que trae a la salud el consumo de tabaco en todos sus formatos.
Ahora bien, los denominados Productos de Tabaco Calentado utilizan un aparato eléctrico que calienta un cigarrillo especial conteniendo tabaco reconstituido a una temperatura que no llega a producir combustión. Nación sostiene que estos productos "aunque se promueven como de riesgo reducido, hasta el momento ningún estudio independiente ha demostrado que sean inocuos para la salud".
Por eso, ahora la cartera que dirige la Dra. Manuela Ávila, mediante comunicado, señala que los Cigarrillos Electrónicos (CE) son sistemas que calientan una solución líquida que generalmente contiene nicotina, y la convierte en un aerosol que se inhala; el líquido se presenta en un cartucho o tanque recambiable o recargable. Estos contienen nicotina en distintas concentraciones -la nicotina es una sustancia adictiva que produce la dependencia al tabaco-, saborizantes de distintos tipos, como el diacetilo y otros que pueden causar enfermedad pulmonar grave. Asimismo, se advierte que estas sustancias químicas que ayudan a producir el aerosol son el propilenglicol y/o la glicerina vegetal, compuestos orgánicos volátiles y o partículas ultrafinas, sustancias tóxicas y cancerígenas como el formaldehído, acetaldehído, tolueno, acroleína, arsénico y ciertos metales pesados (níquel, estaño, plomo), entre otros.
Lo negativo del tabaco
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo para contraer enfermedades no transmisibles. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es la primera causa de muerte prevenible en los países desarrollados, y también la causa más importante de años de vida perdidos y/o vividos con discapacidad. En Argentina, se calcula que mueren 40.000 personas cada año por esta causa.
Al dejar de consumir tabaco, las personas obtienen beneficios sobre su salud de carácter inmediato y a largo plazo. Según evidencia científica, a los 20 minutos de dejar de fumar se disminuye el ritmo cardíaco y la tensión arterial. En las 12 horas siguientes, el nivel de monóxido de carbono en sangre baja hasta alcanzar valores normales. Después de 2-12 semanas, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar. Entre 1-9 meses, se reduce la tos y la dificultad para respirar y en 1 año, el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de una persona fumadora.
En tanto, luego de 5 años de dejar el tabaco, el riesgo de tener un accidente cerebrovascular disminuye. En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser el 50% del de una persona fumadora, y disminuye también el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas. En 15 años, el riesgo de cardiopatía coronaria es el de una persona no fumadora.
¿Qué es la cesación tabáquica?
La Cesación tabáquica es el proceso de suspender el consumo de cualquier producto del tabaco, para apoyar este, es necesario realizar un conjunto de acciones por un equipo multidisciplinario dirigidas a lograr cambios del comportamiento relacionado al consumo y a prevenir recaídas a corto, mediano y largo plazo.