La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) emitió un contundente pronunciamiento tras los incidentes que interrumpieron el partido entre Independiente y la Universidad de Chile por los Octavos de Final de la Copa Sudamericana 2025 en Avellaneda. En su comunicado, la institución expresó su "repudio y condena enérgicamente los actos de violencia registrados dentro y fuera del estadio" y aseguró que "actuará con la mayor firmeza" de acuerdo con el reglamento de la Comisión Disciplinaria.
La Conmebol recordó además que los clubes locales son responsables de la seguridad en sus estadios y que recopila datos e información que serán remitidos a la Unidad Disciplinaria para aplicar las sanciones correspondientes. El organismo instó a todos los clubes a reforzar las medidas de prevención y control para evitar que sucesos similares se repitan.
Reacciones del club y autoridades locales
El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, negó la responsabilidad de su institución y atribuyó los hechos al público visitante. "Vamos a defender los intereses del club porque Independiente no ha tenido nada que ver. El comienzo y la continuidad del problema fue de un solo público. Hay 90 detenidos y son todos de la Universidad de Chile. Aquí corresponde una sanción al club chileno y la liberación de responsabilidad a Independiente", aseguró en declaraciones a TyC Sports.
Grindetti agregó que los destrozos fueron significativos: "Nos destrozaron los baños y tiraban artefactos a la tribuna. Estoy con bronca, amargado, angustiado. El público de Independiente no se merecía esto. Las prevenciones eran las lógicas; lo que no se puede prever son comportamientos que salen de los parámetros normales".
Sin embargo, el presidente evitó referirse a la violencia protagonizada por barras de Independiente contra hinchas chilenos que permanecían en la tribuna tras la mayoría de los espectadores haberse retirado.
Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, criticó a la Conmebol por la demora en la suspensión del partido y el desalojo de las tribunas. Sostuvo que no se cumplieron los protocolos previstos y que la prioridad de la organización fue mantener el espectáculo televisivo. "El partido se tenía que suspender y desalojar durante el primer tiempo; eso fue lo que ocurrió tarde. La responsabilidad fue clara de la Conmebol", dijo.
Alonso detalló que la policía evitó una tragedia mayor al separar a los violentos de familias, mujeres y niños, y señaló fallas de seguridad dentro del estadio: "No había un cordón de seguridad privada que impidiera a los hinchas balconear hacia la parte de abajo. Eso fue clave para que la situación se descontrolara".
En este contexto, la Conmebol analiza ahora la responsabilidad de Independiente como institución y definirá las sanciones correspondientes por los graves incidentes registrados en Avellaneda.