Escándalo: Real Madrid amenaza con no jugar la final ante el Barcelona
A horas del partido que define la Copa del Rey en Sevilla, el club Merengue estalló por declaraciones de los árbitros designados y puso en duda su participación. Suspendió la conferencia de prensa, el entrenamiento oficial y boicoteó los actos protocolares.

La final de la Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid, programada para este sábado a las 17 (hora argentina) en el estadio La Cartuja de Sevilla, quedó envuelta en un escándalo de última hora. Un comunicado del club blanco denunció a los árbitros designados para el encuentro y hasta puso en duda su participación en el partido más esperado del fútbol español.

La crisis estalló luego de que el árbitro principal, Ricardo De Burgos Bengoetxea, y el encargado del VAR, Pablo González Fuertes, realizaran declaraciones públicas sobre las presiones que reciben, lo que generó un fuerte malestar en la Casa Blanca. Real Madrid pidió que ambos fueran apartados del partido, pero ante la negativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tomó medidas extremas: canceló la rueda de prensa previa, suspendió el entrenamiento oficial y anunció su rechazo a participar en los actos protocolares.

"El Real Madrid CF ha comunicado a la RFEF que no llevará a cabo la rueda de prensa ni el entrenamiento oficial previo a la final de la Copa del Rey programado para hoy", confirmó la federación en un comunicado.

Según medios españoles como Sport, AS y El Chiringuito, el club que dirige Carlo Ancelotti evalúa incluso no presentarse a jugar la final. La tensión llegó al máximo con la publicación de un comunicado oficial en las redes del club: "El Real Madrid C.F. considera inadmisibles las manifestaciones públicas realizadas hoy por los árbitros designados para la final", expresaron, aludiendo a un "tono amenazante" y una "manifiesta animadversión" contra la institución.

El origen de la polémica

Todo comenzó con un informe del canal oficial Real Madrid TV, que analizó el historial de De Burgos Bengoetxea con los dos clubes más populares de España. Según el reporte, el Real Madrid tiene un 64% de victorias con este juez, mientras que el Barcelona alcanza el 81%.

Las declaraciones posteriores del árbitro vasco sensibilizaron aún más la situación. "Cuando un hijo tuyo va al colegio y le dicen que su padre es un ladrón, eso es muy jodido. Le enseño que su padre es honrado, aunque se equivoque como cualquier deportista", dijo entre lágrimas.

Su colega del VAR, González Fuertes, añadió: "Más que lo que se dice, son las consecuencias. Hay amenazas, insultos, y una campaña constante desde cuentas oficiales de clubes. Necesitamos volver a un fútbol más sano".

La RFEF respaldó a los árbitros y se negó a cambiar las designaciones. "No vamos a bailar al son que nos marque ningún equipo", respondieron fuentes del organismo al diario AS.

Silencio institucional y boicot

Real Madrid suspendió la conferencia de prensa prevista para las 14:15 (hora argentina) con Carlo Ancelotti y Luka Modric. También canceló la práctica que debía realizarse en el estadio y su presidente, Florentino Pérez, decidió no asistir a la cena oficial. En su lugar, representará al club Emilio Butragueño. Sí participará Joan Laporta por parte del Barcelona.

Por el lado culé, el entrenador Hansi Flick evitó polemizar y salió en defensa del arbitraje: "Esto es solo un deporte. Necesitamos cuidar a los árbitros. No podemos no respetarlos".

El cruce de Tebas

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, se sumó a la polémica con una dura crítica en sus redes sociales, dirigida al Real Madrid y sin nombrar directamente a Florentino Pérez:
"No le gusta Tebas porque no le hace lo que él quiere. No le gusta Ceferin porque no hace lo que él quiere. [...] No protesta, presiona. No discrepa, castiga. No quiere mejorar el fútbol, quiere su fútbol".

La final, en la que el Merengue y el Blaugrana deberían definir el título en un estadio colmado, está ahora marcada por un clima de máxima tensión institucional que amenaza con opacar el espectáculo.