En un emotivo encuentro lleno de risas, talento y nostalgia, Juan Martín del Potro jugó su último partido de exhibición frente a Novak Djokovic en el estadio Mary Terán de Weiss, en el Parque Roca. Fue una velada inolvidable donde el tenis se combinó con momentos cómicos, homenajes y ovaciones que sellaron la despedida de la icónica "Torre de Tandil".
Desde el inicio, el ambiente fue distendido, con constantes interacciones de Djokovic con las gradas, una característica habitual del serbio. En un gesto humorístico, llegó a simular que le temblaban las piernas antes de un saque del argentino, quien sorprendió con varios aces.
El primer set regaló intensos peloteos, incluido un punto en el que ambos jugadores terminaron sentados sobre la cancha tras una larga secuencia. Del Potro, moviendo a Djokovic de lado a lado, logró forzar un error del serbio, pero este último respondió con una jugada sutil que empató el marcador 3-3. Finalmente, Juan Martín quebró el servicio de su rival y se quedó con el primer set por 6-4.
El espectáculo continuó con la faceta de "showman" de Djokovic, quien constantemente arrancaba risas del público. Entre los asistentes, destacaron figuras como Diego Schwartzman, Francisco Cerúndolo, Carlos Tevez, Gonzalo "Pity" Martínez, Ramiro Funes Mori, Maximiliano Rodríguez y Rolando Schiavi, entre otros.
Tras el primer set, un emocionado Del Potro invitó a la cancha a dos leyendas del tenis argentino: Gisela Dulko y Gabriela Sabatini. Dulko, quien fue número 1 en dobles, se asoció con Djokovic, mientras que Sabatini, campeona del US Open, formó dupla con Delpo. En un breve partido de dobles, la pareja argentina se impuso por 2-1, despidiendo a las invitadas bajo una ovación ensordecedora.
El partido regresó al formato individual, con ambos jugadores desplegando momentos de genialidad y humor. En un guiño divertido, Djokovic imitó los rituales característicos de Rafael Nadal, quien se retiró este año, generando carcajadas entre el público.
Uno de los momentos más memorables ocurrió con el marcador 6-5 a favor de Del Potro: ambos comenzaron a jugar con los pies, y Djokovic cerró el punto con un toque de taco. Finalmente, en un gesto de camaradería, Djokovic permitió que Delpo ganara el set 7-5, cerrando el encuentro con un emotivo abrazo y lágrimas.
Del Potro, visiblemente conmovido, besó su emblemática vincha y la dejó colgada en la red como símbolo de despedida. Así, la "Torre de Tandil" puso fin a su carrera en el tenis profesional en una noche que emocionó a todos los presentes, dejando una huella imborrable en el deporte argentino.