La eliminación de River en los octavos de final del Clausura 2025, tras perder con Racing, dejó al equipo de Marcelo Gallardo fuera de carrera y dependiendo de terceros para acceder a la Copa Libertadores 2026. Con el correr de la competencia, esas posibilidades se fueron desvaneciendo hasta reducirse a una sola: que Boca salga campeón.
Los resultados de otros equipos habían dejado una ventana abierta. Lanús y Argentinos Juniors podían liberar un cupo si avanzaban hasta semifinales, pero ambos quedaron eliminados antes de esa instancia. Lo mismo ocurrió con Rosario Central, que cayó ante Estudiantes y se despidió del torneo.
Con esta combinación de resultados, River quedó frente a un escenario singular: solo la consagración de Boca en el Clausura 2025 le permitirá disputar las rondas preliminares del máximo certamen continental. No accedería a fase de grupos, sino al repechaje.
Para los hinchas, incluso en provincias como Catamarca, la situación resulta llamativa: River necesita que Boca sea campeón para jugar la Libertadores, un caso pocas veces visto en la historia reciente del fútbol argentino.