El director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Furiase, desmintió categóricamente que haya habido una devaluación tras la reciente salida del cepo cambiario, como afirmó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien denunció una "devaluación del 30%" debido a la flotación del dólar dentro de una banda de entre $1000 y $1400. Según Furiase, esta medida no constituye una devaluación, sino una estrategia de flotación administrada para consolidar el proceso de desinflación.
"El dólar va a flotar entre esos niveles, y eso no es devaluar. El objetivo es anclar expectativas, fortalecer la credibilidad del programa macroeconómico y consolidar la baja de la inflación", explicó Furiase, uno de los economistas de mayor confianza del ministro de Economía, Luis Caputo.
Cómo funciona la nueva banda cambiaria y qué busca el BCRA
El esquema presentado por el BCRA establece una banda de flotación del tipo de cambio, con un piso en $1000 y un techo en $1400 por dólar. En este marco, el Banco Central podrá intervenir para estabilizar el mercado sin incurrir en una emisión monetaria que desestabilice el plan antiinflacionario. Furiase detalló que, si el dólar se aproxima al piso, el Central podrá comprar dólares e inyectar pesos, y si se acerca al techo, vender dólares y absorber pesos, generando un control equilibrado de la base monetaria.
Este sistema tiene como objetivo mantener fija la cantidad de dinero, condición clave para sostener un descenso sostenido de la inflación. "El principal rol del Banco Central es alinear expectativas. Que la banda sea creíble ayuda a consolidar la estabilidad", explicó el funcionario en declaraciones radiales.
El BCRA prioriza la estabilización macroeconómica y la confianza en el sistema
Furiase resaltó que el programa económico se encuentra en una fase de recapitalización del BCRA, gracias a los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este martes ingresarán US$12.000 millones a las reservas, a los que se sumarán US$2000 millones en los próximos dos meses. Con esta inyección de divisas, el Banco Central puede dar prioridad a la estabilidad monetaria sin presiones por acumulación de reservas en el corto plazo.
El economista también subrayó que el plan fue cuidadosamente diseñado en función del momento y la secuencia, considerando la "peor herencia macroeconómica de la historia", caracterizada por un alto pasivo remunerado, desajuste de precios relativos, fuerte brecha cambiaria y sin acceso al financiamiento internacional.