El Gobierno nacional aplicará desde este viernes 1° de agosto un nuevo ajuste parcial en los impuestos que gravan los combustibles líquidos (ICL) y el dióxido de carbono (IDC), lo que se traducirá en un leve aumento en los precios del litro de nafta y gasoil en todo el país.
Según lo dispuesto en el Decreto 522/2025, publicado este jueves en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, la suba impositiva se aplicará en dos tramos: uno parcial en agosto y el restante, con impacto completo, desde el 1° de septiembre.
En esta nueva actualización, el aumento por impuestos será de $6,95 por litro en la nafta súper y de $0,42 en el gasoil, lo que representa una suba aproximada del 0,5% y 0,2%, respectivamente, sobre los valores vigentes.
Esta decisión se enmarca en la política del Poder Ejecutivo de escalonar los ajustes tributarios a los combustibles con el fin de mitigar su efecto directo en los índices de inflación. Desde mediados de 2024, esta estrategia ya fue utilizada en múltiples oportunidades mediante prórrogas consecutivas.
En la Ciudad de Buenos Aires, se estima que el precio promedio del litro de nafta se incrementará cerca de un 1%, aunque resta que las petroleras definan los aumentos finales en los surtidores, ya que pueden aplicar sus propios reajustes por costos operativos u otras variables del mercado.
Por su parte, el mismo decreto anticipa que el 1° de septiembre se activará la actualización total de los trimestres aún pendientes desde 2024 hasta el primero de 2025. Esos ajustes habían sido postergados en al menos una docena de decretos anteriores.
En resumen, el aumento de agosto funcionará como un paso previo al fuerte ajuste que se avecina para el mes siguiente, cuando se regularicen todos los incrementos impositivos acumulados hasta ahora.