En noviembre pasado el precio de la carne al consumidor registró una suba del 10,8% en comparación con octubre y un 75,5% interanual. Así lo reflejó el informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Por otro lado, el precio del pollo fresco registró una suba mensual del 3,9% e interanual del 59%, y el pechito de cerdo aumentó un 8,9% mensual y un 45,2% interanual. Son datos que impactarán en el próximo índice de inflación.
En el análisis puntual de los cortes se destacan muy por sobre el promedio los precios del asado y el matambre, dos cortes parrilleros que el Gobierno no permite exportar, que dispararon más de 16 por ciento cada uno. Al respecto, el matambre es el corte que más subió el mes pasado, un 16,6% y se comercializó a $874,30 el kilo; luego se ubicó el asado, con un aumento del 16,3% y se vendió a $786,63 el kilo, y también hubo una fuerte suba del precio del peceto: un 15,% y el kilo se vendió a $1.066,58.
Mientras tanto, el Gobierno sigue restringiendo las exportaciones para evitar las subas de precios, algo que hasta el momento no ha conseguido, y prepara una oferta de 20.000 toneladas de carne para el presente mes, para que cinco cortes parrilleros se puedan comercialización a precios accesibles, con rebajas de entre un 40 y 45%.
El incremento mensual de la carne vacuna es el más alto en lo que va del año, y detrás aparecen el mes de junio, con un 7,7% y luego marzo con incrementos del 7,1 por ciento. Hay que recordar que durante el último mes hubo un fuerte incremento del valor de la hacienda en el Mercado de Liniers que se trasladó a los mostradores de las carnicerías. Fue en ese momento que el Secretario de Comercio Interior amenazó con aumentar las retenciones y profundizar el cepo exportador.
Desde mayo pasado el Gobierno de Alberto Fernández decidió intervenir en la cadena de ganados y carnes restringiendo exportaciones, las cuales continuarán hasta el próximo 31 de diciembre, con el objetivo de frenar las subas de precios al consumidor. Algo que hasta el momento no ha conseguido, y generó enormes perjuicios en los diferentes eslabones, principalmente en la producción, la industria frigorífica y los consumidores.
El relevamiento del IPCVA se realizó en 80 carnicerías de Capital y el Gran Buenos Aires, que fueron relevadas telefónicamente. Además, el seguimiento de los precios en supermercados se llevó adelante en 40 puntos de venta relevados de forma presencial. De dicho trabajo se determinó que la carne de novillitos subió un 10,1%, la carne de novillos un 21%, y la carne de vaquillonas y terneras un 8,9%.
Cortes
Además, según el reporte del IPCVA hubo aumentos significativos de los precios en Capital Federal y en todas las zonas del Gran Buenos Aires, con mayores incrementos en las zonas oeste y sur. Y a su vez, los precios subieron un 11,2% en las carnicerías; mientras que en los supermercados se observaron precios con subas levemente más atenuadas, del 9,7 por ciento.
El informe del IPCVA reflejó que cortes como el peceto tienen un precio que resulta en cerca de $91 por kilogramo más alto en los supermercados con respecto a las carnicerías, mientras que la colita de cuadril tiene un precio aproximadamente $115 superior en los supermercados comparado con el precio observado en las carnicerías. En el caso del lomo, la diferencia se acerca a un nivel de $31, pero en este caso exhibiendo un precio superior en las carnicerías con relación a los supermercados.
Sobre los cortes de mayor consumo en el mercado interno, como los cortes de la rueda que se utilizan para la elaboración de milanesas, la diferencia de precios supera los $74, mientras que en el caso de la nalga, siendo los precios más económicos en los supermercados. Por el lado, de la carne picada los supermercados venden el producto a un precio $20 por debajo que en las carnicerías. Y en el caso del asado los supermercados ofrecen el producto a un precio inferior en cerca de $79 por kilogramo al de las carnicerías.
