La noche del 19 de noviembre en Masterchef Celebrity tuvo todos los condimentos de una gala decisiva: un desafío aparentemente simple, una receta que demandó precisión quirúrgica y un clima de tensión que creció a medida que los minutos avanzaban. Damián Betular sorprendió a los concursantes con una tarea que, pese a su apariencia lúdica, resultó ser una de las más complejas de la temporada: preparar una galleta gigante que debía combinar técnica, prolijidad y control absoluto de la cocción.
El reto, ideado por el reconocido pastelero, buscaba poner a prueba la capacidad de los famosos para afrontar preparaciones de gran formato sin sacrificar sabor ni estética. Sin embargo, la consigna pronto se transformó en un escollo para varios de ellos, especialmente para Walas, el músico que llegó al programa para aportar una cuota de desenfado y creatividad rockera, pero que esta vez no logró canalizar su estilo en un resultado convincente.
Desde el primer vistazo, el jurado detectó que algo no había salido bien. La cookie del artista presentaba un aspecto desordenado que rompía con los parámetros básicos de la consigna. Betular, fiel a su estilo directo y con una ironía que no pasó inadvertida, describió la creación como "una galleta caída de un delivery". Aunque resaltó que la cocción estaba lograda, ese único punto a favor no alcanzó para equilibrar el resto de los errores.
Durante la devolución, el pastelero detalló las fallas técnicas que terminaron condenando el plato: una masa seca, sectores quemados y una ganache distribuida de manera irregular. Elementos que, en conjunto, alejaban la preparación del estándar exigido en una gala de eliminación. Walas intentó explicar que suele aplicar "procedimientos alternativos", apostando a la intuición por encima de la receta estricta, pero el jurado coincidió en que la improvisación, en esta instancia, podía convertirse en un arma de doble filo.
Donato de Santis sostuvo que la preparación parecía "más casera que profesional", un diagnóstico que reforzó la idea de que el músico no había logrado adaptarse a las exigencias de la prueba. La tensión aumentó cuando el jurado anunció que Walas y Susana Roccasalvo eran los responsables de las dos peores galletas de la noche, dejándolos frente a frente en un duelo decisivo.
El veredicto final quedó en manos de Germán Martitegui, quien, con su habitual sobriedad, confirmó lo que ya intuía gran parte del estudio: Walas se convertía en el quinto eliminado de Masterchef Celebrity. La noticia generó un clima simultáneo de tristeza y reconocimiento. Susana Roccasalvo respiró aliviada al continuar en carrera, mientras que el músico recibió una cálida ovación por su paso por el programa.
La despedida fue uno de los momentos más emotivos de la noche. "Es una de las mejores experiencias que tuve en la vida", expresó Walas, agradecido por la oportunidad y recordando que ingresó como reemplazo de Pablo Lescano. Los jurados elogiaron su energía y autenticidad, y Wanda Nara, conductora del ciclo, destacó que Masterchef Celebrity "siempre brinda segundas oportunidades", dejando abierta la puerta a futuras sorpresas.
Con esta salida, la competencia ingresa en una etapa decisiva en la que cada error puede significar el adiós definitivo. Si algo dejó claro la gala de la galleta gigante, es que incluso las preparaciones más simples pueden convertirse en un desafío monumental cuando la exigencia está en su punto máximo.