Luciana Salazar volvió a mostrarse dolida y frustrada después de la audiencia judicial que mantuvo con Martín Redrado, en el marco del reclamo económico por la manutención de Matilda.
La actriz abandonó el edificio con gesto serio y dejó en claro que el encuentro no trajo ningún avance en una disputa que ya lleva años.
La audiencia, realizada con la presencia de los abogados de ambas partes, tenía como objetivo intentar acercar posiciones. Sin embargo, no se logró ningún acuerdo y la tensión entre los protagonistas volvió a quedar expuesta.
Según detalló Paula Varela en Intrusos, Salazar reclama una suma millonaria que rondaría los dos millones de dólares, cifra que correspondería al sostenimiento de Matilda hasta su mayoría de edad, más intereses acumulados.
Redrado, por su parte, mantuvo un perfil bajo y evitó profundizar en declaraciones: "Se fijó una nueva audiencia dentro de un mes. Los detalles los manejan mis abogados", dijo al retirarse, sin confirmar si llegó a cruzarse con su ex.
Salazar, en cambio, sí dejó entrever su enojo. "No hubo acuerdo. No puedo hablar de lo que pasó adentro, pero sigo mal con este tema. Me da mucha bronca porque es muy injusto lo que viví", expresó ante la prensa, visiblemente afectada.
También aclaró que no llegó a ver a Redrado: "Mi abogado dice que él se quedó hasta el final, como si hubiese querido cruzarse conmigo, pero estuvimos separados".
La actriz recordó el trasfondo del conflicto y remarcó que su reclamo tiene una motivación central que es su hija: "Esto pasa por la violencia económica y vicaria que sufrí hace casi cuatro años. En febrero se cumplen cuatro años. Esto es por Matilda", insistió.
Antes de retirarse, fue tajante cuando le preguntaron si estaba conforme con cómo terminó la audiencia. "No hubo acuerdo. Estamos acá por él. Si no, todo sería normal", disparó, dejando claro que el conflicto sigue abierto.