Shakira protagonizó uno de los momentos más emotivos de su carrera durante su segundo concierto en el estadio José Amalfitani, en la ciudad de Buenos Aires, al subir al escenario a sus hijos Sasha y Milan para interpretar juntos la canción "Acróstico". Ante unas 45 mil personas, la artista colombiana dejó de lado el espectáculo imponente para dar paso a una escena íntima y profundamente personal, que rápidamente se convirtió en uno de los puntos más recordados de la noche.
La aparición de los niños marcó un hito en la historia artística de Shakira, ya que fue la primera vez que Sasha y Milan cantaron en vivo junto a su madre frente a una multitud. La escena se dio en el marco de la gira internacional Las Mujeres Ya No Lloran Tour, que atraviesa su etapa final en la Argentina y que viene cosechando una fuerte respuesta del público en cada una de sus presentaciones.
Vestidos con trajes en tonos celestes y blancos, los hijos de la cantante aparecieron sobre el escenario ovacionados por el público, que reaccionó con sorpresa y aplausos apenas fueron presentados. La elección del tema no fue casual: "Acróstico" es una canción que Shakira compuso especialmente para ellos, con una letra cargada de ternura y mensajes de amor, resiliencia y protección, lo que acentuó aún más la carga emocional del momento.
Durante la interpretación, los niños se mostraron seguros, sonrientes y visiblemente felices, compartiendo micrófono con su madre y disfrutando de una experiencia única frente a miles de espectadores. La artista, por su parte, acompañó la escena con gestos de orgullo y emoción, dejando en evidencia el valor simbólico que tuvo ese instante en el contexto de una gira atravesada por la reconstrucción personal y artística.
La reacción del público fue inmediata y contundente. El estadio completo acompañó cada estrofa con aplausos, gritos y celulares en alto, generando una atmósfera de celebración colectiva. En cuestión de minutos, el momento comenzó a viralizarse en redes sociales, donde cientos de videos e imágenes de la actuación circularon con rapidez, acumulando miles de reproducciones, "likes" y comentarios de fanáticos de distintas partes del mundo.
Tras finalizar la canción, la emoción se apoderó del escenario. Shakira, visiblemente conmovida, recibió un abrazo de sus hijos, fruto de su relación con el exfutbolista Gerard Piqué. El gesto, espontáneo y sincero, selló uno de los instantes más sensibles de la noche. Los chicos se despidieron del público entre sonrisas, mientras la artista agradecía la ovación con palabras y gestos de cariño.
El show formó parte del cierre del tramo argentino de la gira "Las Mujeres Ya No Lloran Tour", que incluyó varias fechas en Buenos Aires y que continuará los días 14 y 15 de diciembre en el estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba. Las presentaciones se desarrollaron en un clima de alta expectativa, con localidades agotadas y una puesta en escena que combina potencia visual, recorrido musical y momentos de fuerte carga emocional.
La gira no solo repasa los grandes éxitos de la carrera de Shakira, sino que también refleja una etapa renovada de su vida personal y artística, marcada por la cercanía con su público y la reivindicación de su identidad como mujer y madre. En ese contexto, la participación de Sasha y Milan dejó una imagen imborrable de complicidad, amor y celebración familiar, que quedó grabada en la memoria de los miles de espectadores presentes.