El nuevo plan de paz de EE.UU. para Ucrania exige cesiones territoriales y reducción militar
La propuesta impulsada por el gobierno de Donald Trump plantea que Kiev reconozca territorios ocupados por Rusia, reduzca su ejército a menos de la mitad y renuncie a armas de largo alcance. La revelación salió a la luz en medio de un bombardeo ruso que dejó 26 muertos en el oeste ucraniano.

Estados Unidos presentó a Ucrania un nuevo plan de paz que, según fuentes oficiales de ambos países, implica concesiones de enorme magnitud para Kiev, entre ellas la cesión de territorios hoy bajo control ruso y una reducción drástica de las capacidades militares ucranianas. El borrador, elaborado por el gobierno de Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca, refuerza las líneas que Moscú ha exigido desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022, y que Ucrania ha rechazado sistemáticamente por considerarlas una capitulación.

La propuesta estadounidense contempla que Ucrania reconozca la soberanía rusa sobre Crimea —anexionada por Moscú en 2014— y sobre "otras regiones que los rusos han tomado" durante los más de cuatro años de guerra, según reveló una fuente ucraniana que pidió no ser identificada. El borrador también exige que las Fuerzas Armadas ucranianas reduzcan su tamaño a 400.000 efectivos, menos de la mitad del volumen militar que Kiev ha sostenido desde el inicio del conflicto, y que renuncien a armamento de largo alcance, un punto clave en la defensa del territorio y en la capacidad de disuasión frente a Rusia.

Aunque el texto establece obligaciones concretas para Ucrania, todavía no está claro qué compromisos asumiría Rusia en caso de aceptarse las condiciones. Las fuentes consultadas señalaron que el documento no detalla garantías verificables sobre la retirada rusa, el cese de ataques o la desmilitarización de las zonas fronterizas, cuestiones que Kiev considera indispensables para cualquier negociación.

El borrador salió a la luz en un contexto ya extremadamente tenso. Mientras se filtraba la propuesta estadounidense, un bombardeo ruso golpeó la ciudad de Ternopil, en el oeste de Ucrania, dejando 26 muertos —entre ellos tres niños— y 92 heridos. Los servicios de emergencia informaron que el ataque provocó daños masivos en infraestructura civil y reavivó las críticas internacionales sobre la estrategia militar del Kremlin.

En paralelo, el medio estadounidense Axios informó que Washington y Moscú estarían trabajando en un plan secreto para poner fin a la guerra. La versión generó inquietud en Kiev, donde funcionarios temen que las negociaciones avancen sin considerar las demandas de seguridad de Ucrania ni sus intereses territoriales. El Kremlin, sin embargo, negó que existan avances concretos en el marco de eventuales conversaciones de paz.

Actualmente, Rusia controla alrededor de una quinta parte del territorio ucraniano, incluyendo amplias zonas del este y el sur devastadas por los combates. Moscú ha reiterado que, para cualquier acuerdo, Ucrania debe reconocer sus anexiones. En 2022, el gobierno de Vladimir Putin anunció la incorporación formal de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, aunque la fuerza rusa no domina completamente ninguna de esas regiones. Crimea, por su parte, se mantiene bajo control total de Moscú desde hace más de una década.

El regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos reabrió especulaciones sobre la posibilidad de un acuerdo rápido impulsado desde Washington. El exmandatario ha afirmado en reiteradas ocasiones que es capaz de detener la guerra "en poco tiempo" gracias a su relación personal con Putin, pero hasta ahora sus esfuerzos no han producido avances visibles.

La propuesta actual profundiza el debate sobre qué tipo de paz es posible y a qué costo. Para Ucrania, aceptar recortes militares y ceder territorio ocupado podría comprometer su soberanía a futuro. Para Estados Unidos, en cambio, el plan representaría un intento de desescalar un conflicto que sigue tensando el escenario internacional. De momento, Kiev continúa evaluando la propuesta, mientras la guerra avanza sin señales de un freno cercano.