En una imagen que sintetizó el espíritu de su pontificado, el féretro del papa Francisco fue recibido este viernes en la basílica de Santa María la Mayor por un grupo de marginados, migrantes, transexuales, pobres y presos. El emotivo gesto coronó una jornada marcada por la memoria y el legado del primer papa latinoamericano.
Un total de 40 invitados especiales, organizados por Cáritas del Vaticano y la Comunidad de Sant'Egidio, esperaron en la explanada del templo portando una rosa en sus manos para rendirle homenaje al pontífice.
Francisco, el papa de los marginados
"La Comunidad de Sant'Egidio participará en el funeral del papa Francisco con su pueblo, empezando por los pobres que lo conocieron y amaron durante su pontificado", expresó la organización en un comunicado. La Santa Sede también destacó que "los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios" y en el corazón del Santo Padre, quien eligió su nombre en honor a San Francisco de Asís para no olvidarlos jamás.
La iniciativa surgió de un diálogo entre monseñor Benoni Ambarus, secretario de la Comisión Episcopal Italiana para las Migraciones, y monseñor Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, con el objetivo de "valorizar la presencia de los pobres" en el funeral papal.
"Francisco es acogido por la Madre que tanto amó, la Salus Populi Romani, y por sus amados hijos, en estos últimos pasos. Es algo profundamente conmovedor", expresó Ambarus a Vatican News.
Una tumba sencilla y cargada de significado
El lugar de descanso del papa Francisco refleja la sencillez que caracterizó su vida. La tumba consiste en una lápida de mármol de Liguria —tierra de sus raíces italianas— con una única inscripción: "FRANCISCUS". En la pared, una reproducción ampliada de su cruz pectoral de plata, con la imagen del Buen Pastor, completa el homenaje.
"Él deseaba que su tumba fuera sencilla y esencial, en línea con su vida", explicó el cardenal Rolandas Makrickas.
La revelación que definió su lugar de descanso
Aunque inicialmente Francisco consideraba que los papas debían ser enterrados en la basílica de San Pedro, una experiencia espiritual modificó su decisión. Según relató Makrickas, en 2022 el papa le confesó: "María me ha dicho 'prepara tu tumba'", refiriéndose a la Virgen Salus Populi Romani de Santa María la Mayor.
En su última morada, rodeado de quienes dedicó su vida a proteger, Francisco dejó un legado de humildad, misericordia y cercanía que, como señaló el cardenal Giovanni Battista Re en su homilía, "trascendió fronteras para abrazar a los más olvidados de la tierra".