Hamas anunció este domingo que podría haber un nuevo acuerdo de cese al fuego con Israel en las próximas 48 horas. En paralelo, el movimiento islamista palestino comunicó que liberará al soldado estadounidense-israelí Edan Alexander, como parte de los esfuerzos para destrabar la tregua y permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
"Las negociaciones avanzan en un ambiente optimista", expresó una fuente de Hamas desde Doha, donde se llevan a cabo las conversaciones con mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos. No obstante, reconoció que aún persisten puntos de desacuerdo, principalmente sobre la duración del alto el fuego, que en las últimas horas se redujo de seis meses a un plazo estimado de 90 días.
La liberación de Alexander fue anunciada sin una fecha concreta. Se trata de un gesto que, según Hamas, busca facilitar los acuerdos humanitarios. El asesor de prensa del buró político del grupo, Taher al Nono, destacó: "Este comunicado es un indicio de que está vivo". Hasta ahora, su paradero era incierto, luego de que las Brigadas Al Qasam afirmaran haber perdido contacto con sus captores tras un ataque israelí.
Entre los puntos más sensibles de la negociación, Hamas insiste en que el canje de rehenes incluya también a los fallecidos, como forma de garantizar la transición hacia una segunda fase del acuerdo. Esa etapa, según el grupo, debería implicar el fin definitivo de la guerra y evitar una repetición de las violaciones del primer acuerdo por parte de Israel.
En ese sentido, Hamas exige que el nuevo entendimiento incluya "un texto explícito y claro con una garantía personal del presidente Donald Trump", quien, de confirmarse el acuerdo, visitaría Medio Oriente en los próximos días. La versión fue confirmada por una fuente de seguridad egipcia, que también señaló que El Cairo recibió esta semana una propuesta estadounidense para una tregua "menos complicada", con intercambio de rehenes y asistencia humanitaria.
Desde finales de abril, las conversaciones estaban congeladas, principalmente por la negativa de Hamas a desarmarse y por su demanda de una retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza. Otro escollo es la exigencia de un alto el fuego permanente como condición para liberar a todos los rehenes.
Pese a estas dificultades, desde Hamas aseguran que hay voluntad política para alcanzar un acuerdo que impida una nueva ofensiva militar israelí sobre Rafah y frustre "los planes de deportación masiva, endurecimiento del asedio y ampliación de la guerra terrestre".